Racó d’en Cesc

Sin duda, uno de los referentes de cocina catalana de Barcelona. Tanto el producto y la ejecución de los platos es excelente. El local es acogedor, el trato del personal es muy bueno y la elección de un buen vino por parte del Somelier es excelente. También disponen de varias cervezas artesanas propias excelentes. Al ser un restaurante muy concurrido, si os animais a ir, no dudeis en hacer reserva.

Very nice atmosphere, tasty food and great wine (go for Brunus red, it’s very nice). Don’t skip the desert, it’s very creative and yam!

Es-​pec-​ta-​cu-​lar!!!
No solo ofrece una de las mejores cocinas de mercado de Barcelona, sino que a pesar de lo que suele ocurrir con los restaurantes michelin, el menu degustacion ni es escaso ni de dificil comprension.
Ademas, el menu degustacion incluye una amplia cata de cervezas si se desea, con sommelier incluido!
En resumen, es la perfecta mezcla de la calidad y servicios de un restaurante clasico junto con la investigacion y continua renovacion de su carta.
Sin duda, merece una visita

Food: excellent
Service: excellent
Ambience: excellent
i I cam here for a work related lunch. Lee came in a group of about 10 people and were truly impressed by the entire experience. Everything about this place is pure class. We came in and were seated promptly. the staff was truly friendly and helpful. I ordered duck cannelloni as a starter followed by prawn balls as my main course. Everything tasted just amazing and the portion size was rather large.
If I ever come to Barcelona again I am coming back here for sure.
Truly just outstanding experience.

Amantes de la cerveza, el vino y la buena mesa, la familia con su cocina tradicional catalana con algún toque de «diseño» sin que provoque la pérdida de esencia. Un local con una primera zona llamada el Rebedor D’En Cesc, para algo más informal que la mesa con mantel de tela. Una zona donde se pueden tomar cervezas artesanas de su carta, incluída su creación, la cerveza Cesc 25 anys: con un toque de manzanilla y pimienta de Sichuan y acompañarlas de raciones que sirvan de picoteo. Ya habíamos elegido y empezamos con un pequeño bocado, también cortesía de la casa que yo no tuve el honor de probar: Bombon de Parmesano, bacalao y olivada.
Éramos 4 y para empezar pedimos tres platos como entrantes para compartir, uno de ellos sugerido al tomarnos nota. Si es que siempre decimos lo mismo, si hay profesionalidad no hay nada mejor que dejarse aconsejar. Se trataba de un Carpaccio de Foie con salsa de frambuesa. Como negarse!
Una bandeja repleta de virutas de foie acompañadas de la dulce salsa para contrastar. Una salsa casi como una mermelada pero no tan dulce ni tan contundente que estaba exquisita. Una ración completa. Si vais y tenéis la suerte de que esté como sugerencia, no dudéis en pedirlo.
Otro de los entrantes que degustamos fue un pulpo a feira, con sus patatas confitadas y butifarra negra. La butifarra estaba marcada a la plancha, atemperándola y cogiendo algo de calor para deshacer su grasa y potenciarla. Un buen contraste de sabores, aunque el pulpo se merecía toda la atención por si solo, la patata confitada, dulzona, también tenía su mérito. De todas formas, cualquiera de los tres componentes podía tenía identidad propia que no obligaba a tener que mezclarlos. Esta era una opción más que nada para indagar en posibles nuevas mezclas. Todas casaban bien.
El tercer y último plato a compartir fue un magnífico Tataki de atún. Reitero, magnífico. Con soja y con «Xatonada» de anchoas que le servían de cama. Para nuestro paladar, en su punto, ya veis el color. Basándose en el típico plato catalán el Xató, mezclan la escarola y la salsa con alguna modificación: la anchoa para la Romesco. Logran así con este Tataki la mezcla de lo asiático y lo mediterráneo. Un buen producto y bien cocinado, un buen trozo loncheado que también fue suficiente para los cuatro y para más de un trozo.
Como segundos uno fue de carne y otro de pescado que al verlo en la carta no dudamos.
Escogimos salmonetes porque no es un pescado que habitualmente se sirva en los restaurantes. Entiendo que probablemente sea así porque es «difícil» de servir, ya que si lo hacen sin limpiar es incómodo de comer por las espinas, y si lo limpian, es un trabajo que seguramente más de uno prefiere ahorrarse. En el Racó d’En Cesc nos los sirvieron fileteados, sin una espina, sobre una cama de salsa de tomate y tacos de tomate crudo esparcidos por encima de los lomos. Un plato que iba del rosa asalmonado, pasando casi por el fucsia hasta llegar a un rojo intenso, pero sobre todo, un plato placentero y apetitoso.
El escogido de carne fue un Entrecot de ternera reposada con Parmentier de Boletus y jugo de trufas. Con mayúsculas por la calidad de la carne, por su gusto y por su buena elaboración y porque la guarnición no enmascaraba la carne. Era la justa y la protagonista del plato, y la proporción era la correcta para que así fuera. El trozo de carne tenía un buen grosor que permitía sellarla y dejarla rosada por dentro, justo al punto tal y como se hizo la comanda. Para carnívoros e incluso para los que no lo son, nos dejó muy buen sabor de boca.
Y como no, redondeamos la cena con los dulces postres que hicieron su función de cerrar una buena velada: una Crema Catalana, un clásico al que no pudimos resistirnos que además iba acompañado de helado de caramelo. Apto para muy golosos: dulce, muy dulce. El otro postre más vistoso y menos habitual fue un milhojas de fruta de la pasión con mango y helado de nata con pimienta de Sichuan.
Mucho más exótico que el anterior con una presentación muy elegante, de las que da pena desmontar. Todo lo acompañamos con un rosado, para romper moldes, para ir ya atreviéndonos a introducirlo como una opción más y elegir entre tres básicos y no solo dos, que los hay muy buenos. En esta ocasión, un Priorat.
Mas D’En Compte aguantó a la perfección, Un DOQ Priorat de Porrera, fresco y muy bien conseguido que os recomendamos, sin duda, para un menú como el que comimos, en el que había diversidad. Mas d’En Compte forma parte de una buena carta de vinos en la que se encuentran vinos del país y de autor. Pero no olvidéis que El Racó d’En Cesc apuesta por la cerveza artesana y mucho. Además de sus creaciones, también pueden degustarse otras cervezas y comer acompañado de alguna de ellas. Os aconsejo que os dejéis llevar por sus sugerencias. De hecho, incluso han publicado un libro de maridajes: recetas para acompañar con esa bebida.

My first time at this restaurant. The food here is pretty nice, quite fancy and well presented it reminds me some French cuisine but with a Mediterranean taste. A bit pricy but if you are in the mood it is a good choice. Parking j the surroundings is a bit difficult, so do take a taxi …

LE Racó d’en cesc, un restaurant pas comme les autres.
Nous y avons passé la soirée du nouvel an, et c’était mémorable. Les plats y sont succulents et magnifiquement présentés. Le personnel, lui est aux petits oignons. Et le proprio qui vous ouvre la porte… c’est pas un petit détail dans un établissement comme celui là, oui je pense pas me tromper sur ma note.
Le plus, assez sympathique, c’est les tableaux affichés dans l’entrée où le proprio pose avec des célébrités comme, entre autres, Shakira…

Determined to work our way through the Michelin-​starred Catalan restaurants in Barcelona, this was a most wonderful stop on our list. Right next door to our hotel, it was so convenient to stumble back (quietly) afterwards after so much excellent wine. The meal was first-​rate, service was as tremendous as could be given that most of the restaurant was taken up with an enormous private party, which they made up for with complementary wine (always welcome) and seating us above in our own semi-​private alcove, complete with a little library of old books to entertain ourselves.
We left feeling like we experienced a real bit of Barcelona, and some of the best and thoughtful food we’d eaten to date. Love, love, love.

Estamos de enhorabuena.
El Racó d’en Cesc es uno de esos restaurantes míticos de la ciudad, a los que solo puedes ir:
A) — Si tienes mucha pasta.
B) — Si tienes una celebración muy especial y has ahorrado.
C) — Si paga la empresa.
Pero este año no. Aleluya!
Resulta que este año, celebra su 25 aniversario y para conmemorarlo, han elaborado un menú especial, con los platos más renombrados del restaurante a un precio realmente bueno si tenemos en cuenta lo que suele subir la cuenta si vas de carta.
O sea, que de los ⁶⁰⁄₈₀ euros por cabeza que suelen ser habituales (o más, dependiendo del vino que pidas), pasas a casi la mitad y eso se agradece.
Para hacerlo más redondo y especial aún, con los platos, se sugiere beber cervezas.
Y eso, mira… es curioso. Entre las que proponen, está la suya propia: la Cesc 25º que os aconsejo probar aunque penséis que no va con el atún de primero.
Es, sin lugar a dudas, una propuesta interesante que aconsejo vivamente por buena, original y diferente.

El Racó d’en Cesc es uno de los mejores restaurantes de Barcelona, respaldado por una estrella Michelín. Es un local amplio, con varios salones y decoración sobria y elegante. Cuentan con una interesante carta de vinos, de aguas y de cervezas y el servicio y el trato que dan a estos productos es exquisito (temperatura, servicio…). Se nota que el sumiller de la casa es el hijo del propietario y que se entrega a fondo y con mimo. La carta no es muy extensa, pero no es necesario: todos los platos son tan apetitosos que ya te costará elegir entre las ocho posibilidades de segundo plato. No cuesta entender por qué consiguió su estrella, y por qué la mantiene.

Un Buen Restaurante
Es de los restaurantes que se han puesto de moda ultimamente. Bien situado, servicio amable, ambiente agradable y cocina bien resuelta. Vale la pena visitarlo.