Pequeña taberna japonesa con una reducida carta. Tienen dos tipos de ramen que puedes combinar con varios entrantes. Nosotros pedimos gyoza y unas brochetas de pollo y de plato principal ramen. La calidad es bastante aceptable sin ser nada del otro mundo y con un ambiente agradable. El servicio es muy rápido, pues no pasaron ni cinco minutos en traernos los entrantes. Al tener un espacio reducido es aconsejable intentar reservar mesa antes, ya que es muy probable que el restaurante se llene. Pudimos reservar mesa desde el tenedor, por lo que ya teníamos la mesa lista.