Con 1h para picar algo antes de volver al trabajo decidimos probar este vegetariano que tenía muy buena pinta. Se trata de un concepto de restaurante más informal y ágil que el tradicional. Tienen un menú con entrante, primero y segundo por 9,90. Todo lo que ofrecen es vegetariano y con varias opciones veganas. Ante el menú que ofrecían, con nombres pintorescos que no recuerdo, decidí pedir un bocadillo de queso brie con confitura de higos por 3.80 €. Mis acompañantes pidieron primero ensaladas y de segundo tàrtar de remolacha y arroz salteado(siento no dar más info). Paradójicamente fui la que más comió. Todos nos quedamos con hambre y apostamos por completar con un trozo de tarta. Nos sorprendió que por 2.90 nos dieran un trozo tan pequeño, las tartas muy ricas y caseras. Pero la relación cantidad-precio no es la adecuada. Algo a su favor es que nunca había visto un restaurante que, aunque te dan la opción de comprar agua embotellada, te avisan en caja que en las mesas hay botellas con agua y una ramita de menta, totalmente gratuita.