Suís

Ayer tuvimos la desafortunada idea de ir a tomar unos cafés y unos zumos en este establecimiento.
La persona que nos atendió, una señora de mediana edad, fue bastante desagradable ya de entrada.
Tomamos unos zumos ‘naturales’ a casi 5 € el zumo, que tenían sabor de agua teñida con grumos… y unos cafés que estaban en el umbral de la normalidad.
A la hora escasa de habernos sentado, y haber hecho un consumo de más de 15 €, la misma persona que nos había atendido se acercó para pedirnos que nos marcháramos porque tenía a otra gente esperando mesa… nuestra cara de estupefacción fue monumental. Nunca nos habíamos encontrado con una situación parecida. Evidentemente, no volveremos nunca más! Y por supuesto, todas las veces que tengamos ocasión, explicaremos a nuestro entorno, el trato pésimo recibido en este local.
Por los comentarios anteriores, puedo apreciar que es norma de la casa tratar mal los clientes…

El sitio es bonito y esta en una zona muy concurrida. El café está bastante bueno y tienes también bocadillos y pastas. Todo tiene bastante buena pinta. El precio es un poco elevado, eso si. El servicio es bastante rápido, cosa que se agradece.

El sitio es bonito, situado en una de las calles principales del barrio de Gracia, con muchísimo tránsito, lo cual hace que este local este casi siempre lleno y sea muy cosmopolita.
El punto positivo se lo pondría a que el producto, cafés, tés, bocatas y pastas están muy buenos. La presentación de los cafés con el dibujo y que tienes en la mesa una bandejita con azúcares de varios tipos y sacarina, esta muy acertada al menos para mi que suelo pedir sacarina y casi siempre me traen azúcar!
El punto negativo va para el precio, entiendo que la zona por el hecho de ser turística es mas cara, pero una oferta de café con croissant por 2,40 € para mi no es una oferta cuando el precio del café con leche ya son 1,40 €.
La atención rápida, te atienden nada mas llegar, aunque el trato no es especialmente cercano, supongo que porque pasa mucha gente por el local, aunque a mi parecer ese no es motivo para no ser mas accesible.
Aunque tiene muchos puntos positivos incluyendo la zona infantil al fondo del local, para que los papis puedan disfrutar del café tranquilos, el echo de que los precios sean caros y carezcan de ofertas de verdad, hace que no le pueda dar una estrella mas.

Local agradable para tomar algo en buena compañia al lado del marcado de Gracia con una decoración sencilla y acogedora.

Cafetería muy agradable, perfecta si se va con niños porque tiene un rincón con juguetes y una pizarra para que dibujen. La tarta de zanahorias está buenísima, las tostadas y cafés también. Puede ser un poco más caro que otras cafeterías, pero el ambiente nos gustó mucho y repetimos varias veces

Siempre que he llegado al Suís es porque otras cafeterías estaban llenas. Es una buena opción porque suele tener algún sitio libre siempre en una tarde de frío. Tienen variedad de chocolates a la taza, cafés, capuccinos, batidos, etc. También gran variedad de dulces, como muffins, tartas, bollería… la última vez probé la tarta de zanahoria y estaba riquísima!
Lo que no me gusta es que el servicio no es siempre del todo amable, o mejor dicho, podría ser un pelín más simpático. Entiendo que tienen mucha gente siempre y no siempre se puede estar con una sonrisa en la boca, pero si mejorara eso, para mí sería una opción a la que ir, y no la última opción cuando no encuentro nada más.

Me he encontrado en el suís hoy con dos compañeros de la uni, bueno, hemos hecho memoria y de la uni hace ya cuatro años. Un lugar perfecto para charlar e ideal para niños, había varias mamis con el cochecito! Disponen de una carta variada de tés, aromatizados, especiados, pero me tomé un café, bueno, dos. Situado en la travessera de gràcia, a la altura de la plaza del sol, para aparcar, hay que pagar. Situado pues en la vila de gràcia, que siempre invita a dar un paseo por sus callejuelas, tiendecitas monísimas, y tengo que reconocer, que a mí gràcia me encanta, mis compis siempre han vivido más o menos por allí, así que he frecuentado el barrio bastante, y vale la pena, señores. Lo de siempre, la compañís es importante, y una buena charla, conversación no tiene precio. Les invito a visitar el lugar, espacioso y con una amplia barra, si no queréis una mesa.

Nos encanto a toda la familia. Los batidos de frutas únicos. Los tes fríos
imprescindibles. Un rincón para que los niños jugaran. Por fin!!!

Entramos en él porque sí, sin pensarlo, con la excusa del «¿hace un café?» y la complacencia del «pues vale» aun estando a dos calles de casa. Y nos sorprendió su amplitud, la facilidad para respirar que uno tiene en una zona realmente asfixiante –lo de Travesera no son aceras y los locales de calles y plazas adyacentes suelen ser modestos en superficie-​; así como la variedad de combinaciones de cafetal y teínas. Saboreamos, que no es lo mismo que «tomar», un café con leche –el soso soy yo– y un capuccino… que salió como el del mítico anuncio de décadas pretéritas. Pero a pesar de ello, no conseguimos evadirnos, recrearnos en la sensación de estar en un lugar diferente, sino en otro más. Estancia agradable, pero no pasaría a engrosar la lista de «nuestros rincones».

Creo que este Nuevo Suís es un traspaso de una antigua cafetería que había antes en el mismo lugar. Me imagino que es del rollo cadena y todo eso. Por lo tanto es totalmente nuevo para mí. El otro día pasé y me di cuenta que poco queda ya del anterior. Primero por el nombre, obvio y todo su escaparte con nuevos colores corporativos Su interior tiene otro color, más claro y nueva decoración. Su tradicional barra continua igual, larga y cómoda que cuando te sientas te quedas mirando los croissant de chocolate y las donuts. El café con leche de soja estaba muy bueno.

El Suís es un establecimiento con buen aroma. Tienen una gran selección de tés, que puedes degustar y comprar. De las paredes cuelgan corazones que los anuncian y cada semana ofrecen un té especial. Los 100 gramos cuestan entre 4’50/4’95 €. Y también venden teteras. Me llamo la atención una tetera vaso con un diseño muy divertido por 13 €. La entrada está llena de plantas que se mueven al ritmo del aire acondicionado y le da un aire caribeño, aún estando en pleno barrio de Gracia. Es un espacio muy iluminado, con altos techos de bigas de madera que lo hacen muy acogedor.
Ideal para desayunar por la mañana o/​y merendar por la tarde tentadores chocolates con churros o crêpes. Algunos de sus precios son: chocolate con churros o melindros 5 €, croisant y café 2’40 €, selección de ensaladas al mediodía por 5’20 €, mini menú por 6’90 € que incluye un plato, bebida, postre y café o infusión.
La reposteríà la elaboran en el propio establecimiento, y tienen un gran surtido de bocadillos y mini bocadillos salados, también preparados por ellos. El domingo almorcé un croissant integral con semillas de sésamo, amapola y avena riquísimo, acompañada del buda iluminado que hay sobre una de sus mesas, que te transporta hacia tierras índicas, grandes productores de tés. Por cierto, y sin pretender romper el encanto, no está de más tomar consciencia de que las plantaciones de té y de café han reemplazado vastas zonas de vegetación autóctona y el uso de fertilizantes y plaguicidas químicos reducen la capacidad del suelo para retener el agua. Me faltó preguntar si los tés son de agricultura ecológica.
Una característica especial del Suís es que también está pensado para los niños, esos grandes olvidados en los bares y restaurantes, que tienen que aguantar largas conversaciones de adultos, cuando están deseando ponerse a correr por el lugar. Este local tiene una zona de recreo para ellos, ambientada además con fotos de niños. Una visita al WC, decorado con unas fotografías donde los protagonistas son también los niños, nos recuerdan que aquí los pequeñajos tienen también su lugar.