Teatro construido a imagen y semejanza de los de la antigua Grecia. Fue construido en 1929 con motivo de la segunda Exposición Universal que tuvo lugar en Barcelona. En verano se realiza el festival de teatro. Merece la pena visitarlo, aparece entre los jardines cuando menos te lo esperas. Agradable el resto del año para pasear o leer.
Katjav
Évaluation du lieu : 4 Madrid
Que sitio tan maravilloso al aire libre, con una acustica fabulosa. Vimos a Keith Jarrett aquí y ha sido muy especial.
Eugenia T.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
El Teatre Grec es el punto más mediterráneo de la ciudad condal. Asistir a un concierto entre cipreses, sentado en una piedra de más de 2.000 años de antigüedad, es todo un privilegio. Dicho teatro da nombre a un estival festival que tiene lugar en diferentes puntos de la ciudad, sin dudarlo el susodicho, el mejor de los escenarios. Cita obligada en tu viaje a la maravillosa ciudad de Barcelona. El verano pasado tuve la suerte de asistir a una performance donde un japonés nos transportó hasta el más allá, donde el espacio y el tiempo perdieron toda su fuerza y tempestad. Increíble. Se puede visitar todo el año.
Marta A.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Arriba de todo de la calle Lleida, donde Montjuïch empieza a empinarse y prometer un bosque, está el Teatre Grec. Como su nombre indica se trata de un teatro griego(es decir, al aire libre y con la platea en semicírculo) y está encajado en la montaña. Siempre relaciono su sonoridad con el ruido de los grillos y las chicharras frotándose las alas(igual es su manera de aplaudir o de corear a los artistas). Será porque al Grec voy en verano, coincidiendo con el festival de música y artes escénicas que lleva su nombre y que se celebra también es otros espacios de la ciudad. Pero un verano sin ir al Grec es un verano extraño. Muy destacable el entorno del teatro rodeado de jardines: ¡es precioso! Antes o después del espectáculo puedes tomarte una cerveza y comer un bocadillo en una carpa. O sentarte a todo lujo en un restaurante con terraza. Sólo de pensar en el Grec se me oxigena el alma. ¡Ya queda menos!