La Font del Gat

Nous avons mangé sur la terrasse ensoleillée un midi. Malheureusement, obligation de prendre le menu du jour (entrée, plat, dessert et une boisson (bière, vin ou eau) à 15,5 €, avec 10% de supplément en terrasse). Néanmoins, comme nous avions fort faim et que le prix nous semblait raisonnable, on s’est installé.
En entrée, mon mari a opté pour des pâtes avec une sauce au roquefort (simple, bon), et moi pour les oeufs brouillés, asperges vertes et crevettes. J’ai été favorablement étonnée par mon entrée, qui s’est révélée pleine de goût malgré l’intitulé basique.
En plat, nous avons tous 2 opté pour les albondigas (boulettes de viande) qui étaient bien moelleuses. La sauce était bonne, ainsi que les «patatas fritas» (pas autant que des bonnes frites belch’ hein ;)).
Pour terminer, on a tous les 2 pris la «crema catalana» qui était top.
Une addition finale qui s’élevait à 34,1 € pour 2, c’était un bon rapport qualité/​prix.

Delícia de lugar! Restaurante no meio «da floresta».
Atendimento razoável, comida Boa, preço super em
Conta. O que vale é o Local que é maravilhoso.
E ao lado da Fundação Joan Miró, e perto do Castelo Montjuic, então vale um passeio combinado com almoço.

This is an unexpected delight in a busy Barcelona. I found it walking from the Fira back to Passeig del Gracia through Montjuic near the Olympic Stadium.
The food is well-​prepared and put together in a nice three course fashion. On a cold day, I had an amazing cream of pumpkin soup, and meatballs for a main course. The house wine was an excellent Spanish red, and I really enjoyed it.
The seating is a little cramped, but since it serves a lot of meals, it’s understandable.
Even though they see a lot of tourists who enjoy the park and stadium, it’s an easy local and authentic eatery. Enjoy.

Baixant de la font del gat, una noia, una noia, baixant de la font del gat, una noia i un soldat. Y bla, bla, bla…
Bien, se trata de una antigua canción popular catalana que hace referencia -¡sí!, lo habéis adivinado– a una fuente en forma de cara felina en Montjuïc. (Hay que recordar que Montjuïc siempre ha sido un buen lugar, apartado y secreto, para ir a intimar; ¡y en el pasado aún más!) La fuente está situada en unos jardines diseñados para la Exposición Universal del ’29 (¡crack!), y junto a ella, se sitúa el edificio de la época que alberga este restaurante. (Fin de la breve introducción histórica.)
A mí, en general, estos edificios grandes y antiguos, por muy reformados que estén (léase mi comentario del Asador de Aranda, gracias), siempre me recuerdan a «El Resplandor». Y me dan miedo. Así que cuando fuimos a este restaurante, hacía buen tiempo y decidimos comer en la terraza, que está justo al lado de la fuente. Hacía mucho calor y estaba lleno de bichos voladores, cosa que no ayudó a mi percepción del lugar.
La comida es mediterránea (ensaladas, carnes, risottos…) y no está mal. Era domingo, así que tuvimos que ir de carta, y fue bastante caro, pero tienen un menú de mediodía entre semana que lo hace más correcto en el siempre difícil triángulo calidad-​precio-​cantidad.
¿No queréis comer sino tomar algo?, mejor: los jardines son espectaculares, y con un par de copas de vino, aún más. Y entonces, podéis decidir si hacéis de «noia» o de «soldat».
(Pueden abrir por la noche si es para un grupo de unas 15 personas mínimo.)