The Shamrock

Traveling for work left me looking for a place to watch American college football (OSU vs *ichigan) on an FCB game day. After trying a few other places I stopped in here about 1p. The bartender Raymond looked through the channel guide and said he could get it. I stopped back in at 6p and he had me all set up, a TV, a good spot to watch it, Smithwicks on tap and a good blue cheeseburger and fries. I’m not sure what else you could be looking for here.
To a degree most small Irish bars are pretty similar, Raymond and the guys working after he left were what separated this one from others. And the prices are in line with the area. Thanks for a good experience.

Si en Barcelona te vas a cualquier Irish Tavern nobkos debemos asustar de los precios porque todas son igualmente caras.
Así que hemos de tener claro en donde entramos, los precios para nosotros son más elevados que en cualquier cerveceria cercana.
Sin embargo creo que comparando una Irish Tavern con las de Dublin, las de aquí tienen incluso mejor precio.
Aquí podemos tomarnos, cañas y pintas de cerveza, disfrutar de un partido de fútbol y bueno alguna tapa también tienen. Las hamburguesas con guarnición de patatas van desde los 8 € a los 10 €.
Si sabes lo que es una taverna irlandesa no creo que salgas espantado, ahora sino eres habitual, ¡¡¡¡ cuidado que es caro!!!

einziger Pluspunkt ist die freundliche Bedienung und die sauberen Toiletten. Das Bier ist mit knapp 5 € pro 0,5l wirklich überteuert. Die Burger waren halb roh und haben einfach nur furchtbar geschmeckt, die Pommes –wovon man ca. 15 Stück bekommt– waren langweilige und fettige TK Ware. Schade!

Las veces que he estado, estuvo bien, unas pintas con los amigos, charlar y reírnos un rato. Los precios, como no, son un poco altos. La comida está bien, porciones de pizzas, hamburguesas y frankfurts. Como para empezar la noche de fiesta es recomendable ya que la música muy alta te agobia al rato. Algo cómico que destacar: cuando no tienen ningún evento deportivo que retransmitir, pasan películas al estilo de Batman o Alien en los proyectores, entonces en el medio de la birra te sales comentando la peli y las conversaciones se van por las ramas. Después de las risas, pagas y sigues la fiesta en otro sitio.

El Shamrock únicamente lo pisaba cuando era el día de San Patricio y salíamos tarde de la universidad pero, aun y así, queríamos celebrarlo. Es un pub dirigido únicamente a extranjeros de habla inglesa, y como ocurre en el país anglosajón, la relación calidad-​precio es absurda. Precios extremadamente altos por una pinta de cerveza o sidra y unos menús y bocadillos dignos de (ad)mirar. Sólo de (ad)mirar, pues, aunque entran por la vista, desengañan al darles el primer mordisco.
Como es tradicional en los pubs del Reino Unido, los camareros no salen casi de la barra, únicamente para servir los platos y, si están cerrando y tienen prisa por marchar, para traerte la cuenta. Hay buenos pubs que visitar por el centro, pero éste no es uno de los mejores.

Mira que hay pub’s irlandeses en Barcelona, algunos muy buenos, otros normales, luego está el Shamrock… Estuve allí hace un par de semanas con unos amigos y mi novia para ver el Barça. Este tipo de locales tienen buena fama para ir a mirar competiciones deportivas, especialmente el futbol y sobre todo el equipo blaugrana. Bueno, digamos que esa tarde el ambiente futbolero brilló por su ausencia… Éramos pocos (supongo que por algo sería) y la mayoría no prestaba atención a lo que pasaba en el campo. A pesar del extraño olor que emite el lugar cuando entras decidimos pedir algo para cenar, unos bocadillos. Tuvimos que ir a la barra porque el camarero solo funciona para traer las cosas a la mesa y cobrarte. Yo me pedí un bikini y creo que fue uno de los peores que comí en mi vida, eso sí, me lo cobraron como si fuera todo de primera calidad, también se trataron de equivocar al darme el cambio… En fin, no fue una grata experiencia. Promete mucho pero en realidad… Tendrá sus parroquianos, no digo que no, pero yo no creo que vuelva a pisarlo más y eso que siempre me llamó la atención.

Precursor pub irlandés de la calle Tallers. Al estar en un sitio céntrico sigue siendo una buena opción dentro de los bares de su categoría por encontrarse en una zona más tranquila y menos ruidosa que los de las Ramblas o la Plaça Reial.
Suele estar casi lleno, pero tampoco es difícil encontrar sitio. También es tranquilo ya que tuvo una época más movida con música techno y algún que otro cambio que no persisten en la actualidad.
No es barato, pero tampoco se exceden especialmente con los precios. En las pintas se nota algo más.
Por cierto, los empleados suelen ser extranjeros anglosajones.
Disponen de dardos y un billar americano.