Se ha de ir, es caro si, pero vale hasta el ultimo centimo que cobran, maravilloso se queda corto, se ha de ir almenos una vez en la vida…
María G.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
El Via Veneto es todo un clásico de Barcelona y 40 años de historia son los responsables, cuatro décadas repletas de personajes de la vida cultural y artística(y famoseo en general, dicen que van muchos futbolistas) sentados en sus mesas. Es un local clásico, de decoración recargada y excesiva y cocina mediterránea, con mucho toque francés. A pesar de que temí, la primera vez que lo visité, que vivieran de rentas y que la propuesta gastronómica estuviera tan pasada de moda como el interiorismo, disfruté como una niña con zapatos nuevos con esa cena. Y la carta de vinos me pareció excepcional. Como clásico que es hay que ir al menos una vez, como una vez hay que ir a la Sagrada Familia, así que ya puedes ir haciendo un huequecito en la hucha.
Álex R.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Todo es fácil y todo es posible en el Via Veneto. Cuando llegas te hacen reverencias, como si te conocieran de toda la vida, o como si fueras un príncipe. Si repites, los camareros se acuerdan de lo que has tomado la última vez. El servicio(una mezcla de gente joven y dicharachera con gente mayor más solemne) es algo digno de ser visto y experimentado por lo menos una vez en la vida. En el Via Veneto todo lo que pidas se puede conseguir. Es un lugar pomposo pero honesto, con una decoración algo casposa(hay unas cortinas con volantes muy extrañas), felliniana, con rasgos de La Dolce Vita. Frecuentado por Dalí, es un restaurante que te traslada a otra época, sobre todo en cuanto a las fórmulas de cortesía que se emplean. Es un lugar ideal para celebrar ocasiones muy especiales, aunque ir cualquier dia entre semana, sin un motivo que lo justifique, ya constituye, de por sí mismo, una gran fiesta. Evidentemente los precios impiden la posibilidad de ser asiduo pero vale la pena ir una sola vez para imaginar como seríà la vida en caso de poder ir muchas.
Núria G.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Es fácil saber si un hombre tiene buen gusto: la alfombra debe combinar con sus cejas. Vaya frase, ¿no? Pues no es mía. Es de Dalí. Y la pronunció –según cuenta una leyenda urbana– en el restaurante Via Veneto. Uno de sus rincones favoritos y, además, dicen que el lugar donde realizó mil perfomances. ¿Habéis oído la anécdota de que una vez colgó butifarras crudas en los cuellos de las mujeres que le acompañaban, a modo de collar de «perlas»?. Pues dicen que también fue allí. Pero no lo puedo jurar. Ese día yo no estaba. Ejem, ejem. No voy a menudo, la verdad. Vamos… casi nunca. Y es que el Via Veneto es caro, Muy caro. Un chupito cuesta más que dos(he dicho dos) menús de restaurante de barrio. Pero es bueno. Muy bueno. ¡Vaya que si es bueno! Es de aquellos sitios a los que, al menos una vez en la vida, yo recomendaría ir. Mantiene el aire añejo y señorial que tienen los restaurantes de postín. Todo, desde los manteles hasta la cubertería o los cortinajes, o la porcelana… todo es tan exquisito como la carta. Es de los poquitos lugares que conozco, que tiene aparcacoches. Un señor, ya de cierta edad, que se encarga que, desde el principio, todo esté bien. Del Via Veneto guardo tres cosas. Un cenicero que me «llevé»(no lo digáis a nadie) como recuerdo. Una cuenta que miro cuando quiero recibir un shock. Y una frase de José Manuel Lara, el editor, que nos citaba allí para hablarnos del Premio Planeta. La malsana intención de los periodistas era adelantarnos al nombre del ganador y le preguntábamos hasta el hartazgo. Y él todos los años decía lo mismo: «preguntad, preguntad lo que queráis que responderé lo que me dé la gana. Pero vaya, sobre este tema yo más callado que una puta en Cuaresma». Y se reía por lo bajini pensando en que nadie podría publicar la frase textual…