Virreina

Es curioso. Esta terraza me gusta igual que me gusta la de al lado y me gusta la plaza entera en la que están ubicadas todas (y yo misma en ese momento: P).
El café estaba rico, la chica que nos atendió también era muy maja. Pero he venido un montón de veces y cuando se llena de gente pierden un poco la noción de todo.
Para venir con amigos/​as está super bien. Lo que pasa es que depende de la hora se llena un montón. Pero es muy agradable.
Cuando me deje caer por aquí y tome unas tapitas podré valorar si me gusta más o no, pero por ahora no pongo más puntuación porque, a parte de la ubicación, es un lugar que es muy de «mogollón», es decir, atención personalizada o cercana es muy relativo. Aunque atiendan bien es un bar que digamos que los pobres van a saco en un momento dado.
Por dentro es muy cuco, pero yo siempre he aprovechado la terraza. Así que prueben pero vengan con tiempo!!! :P

Caímos un poco de casualidad por estar cerca y tener ganas de comer afuera.
El lugar es lindo y bien el estilo tranquilo de bar de tapas en una plaza con Muchas mesas afueras cartas de muchas cosas para picar y sanguche y poco de comidas más elaboradas.
Desde que llegamos estuvo lleno lo que demuestra que atienden bien y no es caro.
Pedimos la tabla de quesos, chorizo, jamón crudo tortilla nachos y berberechos.
Al principio comenzó a traer todo por separado; primero los berberechos, terminábamos y traía los nachos y así hasta que le dijimos, lo cual jo estuvo tan bueno, pero tmp nada grave. La comida bastante sabrosa, por eso volvería seguro.
El único problema es que solo tenían dos cervezas Heineken y quilmes y si bien tomó cualquiera hubiese preferido alguna mas artesanal o al menos un par mas de opciones.
Asi que ya saben si solo van por una cerveza no es el lugar ideal pero para todo el combo esta muy bien

Un poco caro, pero se está a gusto en la terracita. Recomiendo el bocadillo de pollo, champiñones y queso.

En el corazón de Gràcia, en la misma plaza que le da nombre, está este bar que debería de salir en todas las guías de la ciudad. Tiene espíritu: es uno de los más clásicos, no solo del barri sino de la ciudad; tiene carácter: no es un bar al uso, es bonito, es cuco, es cómodo, en sus paredes hay expuestas fotografías en las que puedes perderte horas, tienen wi – fi y se llena pero no se peta –no sé si me entienden — y además tiene una terraza que vale millones (¿y por qué decir millones cuando podemos decir… billones?). En verano es un must tomar unas cañas al sol gracienc, viendo la alegre vida de esta concurrida plaza pasar. Es ideal para quedar en colla o para tomarse un algo tranquilo y relajadito.
En el interior se está recogido y calentito; si te pilla a medio camino de un sitio y otro, es ideal para hacer escala, tomarse un té y trabajar un poquito. No se crean, en el agitado micromundo gracienc encontrar un rincón en el que estar tranquilo no es tan fácil…

I was in Barcelona a total of 5 days and ended up coming here 3 times. I dropped in due only to it’s proximity to the Cines Verdi (another little spot you should check out if you’re in the neighborhood) but I immediately fell in love with it. A great staff and cozy little atmosphere put this place square in my favorites list immediately. There may be other places like it, but none as special to me.

Parece que fueran dos bares en uno. Por un lado, la terraza siempre llena de gente y en el bullicio de la plaza de la virreina. Con un personal variopinto, y con la mayor distracción para cuando se esta sólo, la misma plaza en sí. Por el otro lado, el espacio del bar su interior es la antítesis de la terraza, tranquilo, sin apenas ruido, y muy acogedor. Sirven tés de todas clases, unas tartas riquísimas, pero además también hay cervezas y unos bocatas poco convencionales.

Gracia es especial, eso lo saben los que viven aquí, pero también lo los que venimos a menudo a disfrutar del ambiente de barrio que se respira en esta zona. Hay sitios magníficos para tapear y para terrazear. La plaza de la Virreina es uno de ellos, y si es sentado al sol en las sillas de este mítico bar, mucho mejor.
Por las mañanas puedes desayunar un bocadillo mientras lees el periódico o consultas tu correo en tu dispositivo favorito. Por las tardes, si eres afortunado y das con una mesa alargas las cañas hasta la hora de cierre, la 1 de la mañana.
Si no fuera por su ubicación sería un bar más, y eso que su interior también es agradable para estar. Para mi el Virreina es sinónimo de buen tiempo y terraza. Las veces que estoy dentro es cuando voy al servicio o a pagar.

La terracita, la cañita, el bocadillo. En mi plaza favorita de Gracia. Donde Barcelona no parece metrópolis, sino hogar. Ya no quiero morir en primavera.

En el corazón de Gracia, un lugar agradable, con wifi, los precios asequibles y una terraza de lo más atractiva. Si tienes la suerte de encontrar sitio, disfruta de un buen ratito del ambiente de la plaza.
Gracia no sería Gracia sin sus plazas!
Tienen una carta de bocatas muy apetecibles (queso azul, pollo y pasas… mmm!) y un montón de cervezas diferentes!
Siempre tienen alguna exposición dentro del bar, sobre todo de pintura y suele estar interesante.
Si estás de paseo por Gracia, haz una paradita aquí, te gustará!

Si tienes ganas de tomarte o comerte algo y además tienes que revisar cosas o terminar algo que tienes que enviar pronto y estás con tu portátil este café está muy bien, lo utilizo para ir a editar fotos, escribir o hacer cualquier otro trabajillo cuando no tengo ganas de estar solo en casa. Los bocadillos están muy bien, la atención es buena, suele estar lleno, pero es por la ubicación y su popularidad. Para los que les guste la fotografía, suelen tener volantes con cursos e información sobre exposiciones y concursos.

Este es otro de los bares típicos de Gràcia. Si eres nuevo en el barrio lo normal es que frecuentes este sito con mucha asiduidad. Con el tiempo vas conociendo otros sitios similares y dejas de ir sistemáticamente a éste. Pero ¡ojo! creo que nunca lo acabas abandonando del todo. Supongo que será por su magnífica terraza, por su ubicación privilegiada y porque, al fin y al cabo, es muy fácil encariñarse de un local así.
El mejor momento del día para visitarlo es a media mañana, a ser posible de un día soleado de invierno y entre semana. Estarás tranquilo y podrás disfrutar de las bondades de su terraza. Evidentemente, necesitas tener un horario compatible con todo lo que acabo de comentar para poder probar. Ideal para pasar algún que otro «Lunes al Sol»… Puestos a perder el tiempo, que sea de la mejor forma posible… ;)

Hay bares que lo mejor que tienen es la localización. Están situados en un punto estratégico. Clave. La esquina perfecta. Este es el caso de La Virreina. Siempre que quedo con alguien… y no sé donde quedar, quedo en La Virreina. Que es el nombre de la conocida plaza del barrio de Gracia y es también un buen bar. Son muy ambles, siempre. Puedes comer bocadillos muy variados y lo mejor: patatas chips con su salero (¡Me encanta poder salar las patatas fritas con un salero!). Por las mañanas siempre hay gente tomando cafés y trabajando con el ordenador… A partir del mediodíà la terraza se llena de los que pueden hacer el aperitivo y por la tarde no busques mesa, porqué siempre está a tope.