Yoga Con Gracia

Tenía muchas ganas de probar yoga ya que todo el mundo que lo practica me habla maravillas, tanto de sus beneficios físicos como mentales. Estuve mirando centros por Gracia y decidí acercarme a esta pequeña escuela ubicada en una antigua fábrica textil que está tocando la plaza de la Virreina.
Me costó saber por donde entrar ya que tienes que pasar una puerta metálica sin ningún rótulo ni indicativo. Una vez dentro llegas a un patio donde hay más negocios y hasta una escuela de teatro. Tuve que buscar el ascensor, antigüísimo, una especie de montacargas, para ir a la cuarta planta, donde en una de las salas se encuentra la escuela de yoga. Con todo lo que he descrito te puedes imaginar que se trata de un sitio sin ningún tipo de lujos ni formalidades, pero para mi eso le añade encanto y personalidad al lugar y la verdad es que me fascinó. Es una escuela poco comercial y bastante «underground» que se ha ido conociendo gracias al boca-​boca y que hoy cuenta con una clientela muy fiel.
Hay un pequeño probador mixto por si tienes que cambiarte o dejar tus cosas, pero no hay duchas. Cuenta con una única sala, muy espaciosa y con un encanto increíble, muy acogedora, con suelos de madera, paredes pintadas en distintas tonalidades, farolillos, plantas… una delicia de lugar. Tiene unos enormes ventanales desde donde se divisan otros edificios de Gracia.
La clase, por ser la primera, fue algo dificultosa para mi, pero la profesora que nos tocó (no siempre es la misma) es una crack y estaba pendiente de los principiantes en todo momento. Creo que no dejé un solo músculo por estirar o ejercitar, pero aún así fue todo relajante y conseguí desconectar del mundo y de los problemas durante una hora y cuarto.
En la clase dispones de todo el material necesario: una especie de esterilla, mantas por si tienes frío, así como otros materiales adecuados para el yoga.
La gente que estuvo conmigo en clase tenía conocimientos (al menos más que yo que no es muy difícil…) y por lo que hablé con ellos suelen ir unas dos o tres veces por semana (algunos más). Por cierto, la gente muy maja y agradable. También Juliette, la chica que lo lleva, es muy dulce y cercana, por lo que te sientes realmente a gusto solo llegar, y aún más cuando te da a probar esa infusión de canela calentita tan rica :)
Me parece que puedes apuntarte a la escuela y pagar una cuota, aunque yo empezaré yendo a clases sueltas a 10 euros cada una. A mi me merece la pena, cuando me fui a casa sentía el cuerpo flotando y una enorme sensación de paz (aunque durante el fin de semana he tenido agujetas ;)
Pues nada, siento tanto rollo pero es que el sitio lo merece, ya os iré contando qué tal me va. Mientras tanto, me retiro a meditar.
UUUUmmmmmmmmmmm…

Ayer por la tarde cuando entre a este centro Yoga con Gracia, iba con unas «malas energías» por la semana laboral que habia pasado. Cual fue mi sorpresa? Que las malas energías desaparecieron al entrar! Se convirtieron en buenas! A parte de que el centro está en un edificio súper chulo (era una empresa textil y lo han conservado) el piso tiene una recepción, un vestuario y una sala grande tannnnn bonita! Una decoración tannnnnn original, que me enamoró. La dueña y la gente majísima, como si fueramos del centro de siempre y la profe muy bonita, muy atenta para que hicieramos bien los ejercicios. Todo esto para decir que voy a VOLVER :-)