Librería Ítaca

Una de las cosas más padres es ir a una librería de segunda mano, donde los libros huelen a libro y no a plástico nuevo. Entré sin buscar nada en especial últimamente me gusta mucho entrar recorrer los pasillos y ver que libro es el que el destino me en frente.
Es impresionante como se devalúan los libros, como hay tanto entretenimiento tan caro, tan inútil y aquí puedes conseguir una maravilla por 10 pesos. El problema siempre viene cuando estas más de 10 minutos aquí y resulta que el destino no te puso un libro, te puso 8 que ya están en tus manos. ¿Cómo no querer llevarte todo? Es de los más complicado entrar a una librería y decidir cuales serán los elegidos.
En este caso, salí con dos de psicoanálisis y la «guerra civil «de George Orwell. El joven que atiende es de lo mejor, te sabe recomendar muy bien que es lo que más te agradaría, ese joven me resulto un mundo igual que el lugar.

«Cuando te encuentres de camino a Ítaca, desea que sea largo el camino, lleno de aventuras, lleno de conocimientos» es lo que dice el principio del poema de Ítaca, escrito por Cavafis, y en esta librería nos encontramos no en Ítaca, sino en el camino a ella; este lugar se encuentra entre dos grandes librerías: el fondo de Cultura Económica y Gandhi, lo que tiene este pequeño lugar es la venta de libros usados, pero algunos de ellos parecen nuevos y los precios son muy baratos. El lugar parece no tener orden de toda la explosión de libros que te encuentras al entrar, sólo falta que agarres la onda de cómo están acomodados para pasarte horas buscando algo que te llame la atención. Ahora bien, si lo que vas es por un libro en concreto, sólo basta con preguntar al encargado de ese libro y ellos te lo buscarán.
Al entrar a la librería, encuentras un orden en ese aparente desorden. No sabes que puedes encontrar, que aventura hallarás, así como Cavafis dice, has que tu estancia en esta librería sea larga, emocionante, que reflexiones, para que cuando llegues a ese destino no te hayas perdido de nada.