Simone

Me vestí para salir de antro con Rox, pero shame on me! no dejé de pensar ni un segundo en Paris; en su cabello sedoso, en sus ojos expresivos, tiernos y al mismo tiempo tan provocadores. Tampoco dejé de imaginarme como me estaría mirando si estuviera aquí. «Y te besé, te besé, te besé, con toda el alma y la piel te besé» Empezó a sonar esa canción la primera vez que decidí salir de mis aburridas nostalgias, Satanás me estaba haciendo una mala jugada ¿están de acuerdo? ¿En qué mundo siguen tocando esa canción en un bar? «No te extraño no, lo juro. no te extraño no…» ¿Litzy?, «Eres, azúcar amargo…”¡ No ya! No pude más y me tuve que parar a bailar. Todas las canciones noventeras estaban en el playlist esa noche, y ¿yo? crecí con ellas. Me enamoré y me desenamoré escuchándolas en la radio y en ¡mi walkman! Si tan sólo hubiera sabido lo que era el alcohol en ese entonces… ¡cuántos desamores me hubiera ahorrado!
Y aquí estoy otra vez, a los 24 años, borracha y enamorada cantando como la niña que entonaba frente al espejo, usando el cepillo como micrófono y pensando en Él.