Al Atlas

Todo el mundo a comido kebabs y más o menos, exceptuando los gourmets que aprecian los matices de las salsas o carnes, son todos muy parecidos: pan de pita, pollo/​ternera/​mixto y salsa blanca o picante. De todo, amigo?
Pero este sitio es más auténtico, siempre lleno de gente autóctona (autóctona de los paises originarios del kebab, queríamos decir). Eliges la/​las carne/​s de una vitrina (pollo, higado, carne de hamburguesa…), las verduras y finalmente las salsas y te lo ponen en un bocadillo (no pan de pita).
Además te añaden patatas fritas y a disfrutar por unos 3 €.
Es tan ‘halal’ que ni se os ocurra pedir una cerveza para beber, porque no tienen!
Bön profit!

While I was greedily devouring my 2 euro sandwich after 8 hours of hanging out and drinking, the only thought on my mind was «this is such a fucking good sandwich!».
Let me back up a bit. A friend of mine who lives in Raval frequently comes to this affectionately nick-​named «2 euro Islamic Sandwich Shop» — and I had accompanied him here once. I was impressed with how there was a pretty long line, and the cooks were hustling to crank the sandwiches out. I didn’t have a sammy that time… but I kept a mental note of this place.
Fast forward to 11pm on a saturday night… We were at our 3^rd stop of a long day of hanging out, laughing, and drinking perhaps a bit too much. It suddenly occurred to me that I was seriously HUNGRY. I had the brilliant idea of getting a 2 euro sandwich. NOW. Al Atlas is where we went.
Luckily we got there just before a long-​ass line formed behind us — and I was united with that sandwich within 5 minutes.
It hit the spot.
Problem is, it stayed there for a bit too long. After my 3 km walk back home, my stomach was churning, and soon I was desperate for some Tums and soda water.
well — 4 stars for being cheap. and for giving me what i wanted when I wanted it. And you know how no one wants to eat at an empty restaurant? well, this place always seems to have a crowd, so you know the food is fresh, and it’s definitely popular.

Esta bocatería situada en plena Rambla del Raval sirve unos bocadillos deliciosos! Eso sí, una buena ración de calorías.
Si quieres elegir la opción más ligera, puedes pedir el bocadillo vegetal y si no te importa eso de las calorías, elige el bocadillo de carne de pollo o bocadillo de carne mixta. Después puedes añadir los ingredientes que quieras de entre los que hay en su vitrina: lechuga, tomate, pepinillos, mortadela, atún, queso, aceitunas negras, etc. Lo más curioso es que te ponen patatas fritas dentro del bocata! Y están deliciosas.
El precio? Sólo 2 euros por un bocata vegetal enorme y 3 euros en el caso de que sea un bocata de carne.
Además sirven platos combinados de comida árabe y de postre tienen pasteles y tartas típicas de esta cocina.
Imprescindible pasar por aquí al menos una vez. Eso sí, mejor ir acompañado si vas de noche, e ir por calles céntricas, porque El Raval es un barrio conflictivo.

Lo que venden aquí no son bocadillos, son bombas calóricas: creo que hasta un kebab resultaría comida ligera por comparación. Atlas es un pequeño bar que siempre está lleno de gente esperando a ser servida (vayas a las diez de la mañana o de la noche). En la vitrina exponen todo los «rellenos» que les puedes echar a los bocadillos y la gracia está en que le puedes echar todo, mezclar lo que te apetezca, especiarlo hasta decir basta. Es barato y se come un montón. También es probable que la dieta de un mes entero se neutralice con una sola cena. Pero, ¿quién dijo miedo?