Madame Jasmine

What a gem in Barcelona! Not a «sight.» Must visit oasis to hang out with your friends.

I just went for drinks but it seemed to be a pretty neat place. Its a smaller place, so great for nights you won’t want to go too crazy.

I love this bar. It’s great for groups, open till late, there on Wednesday and open till 2.30am.
They’re on Rambler Ravel, fair prices I think, beer € 2, wine € 2. Good music and good décor. Not a shiney bar, got character. Come for a drink & a dance

I don’t know why many people haven’t reviewed this place. Its is must try place in Barcelona.
You have the option to try a twist on the basic Bocadillo of Barcelona with enough vegetarian options. Great place and hard to find and hard to get a seating. Worth the trouble.

Es un sitio absolutamente único y excepcional. ¿Por qué? Tendrás que descubrirlo por ti mismo pero te aseguro que vas a estar de acuerdo con lo que he dicho. Comí sus famosos bocatas sólo una vez y me acuerdo que tardaron muchísimo en traerlos, casi se nos olvidó lo que habíamos pedido. Así que te recomiendo que te limites a beber y a observar la clientela, que allí está el alma de este local. Tienen terraza pero la gracia está dentro! De visita obligatoria si estás por El Raval.

Entré por casualidad con 4 amigas de Argentina que me vinieron a visitar. Antes de que nos traigan las primeras cañas, ya sabía que se iba a convertir en mi bar. La decoración me recordó a ciertos escenarios de David Lynch, a veces de Almodóvar, entre los kitsch y lo onírico. La música ha sido la pasada más grande, cancionística americana entre cool jazz, be bop y swing, de los años 40 a la actualidad, un repertorio preciosista. La gente que va al bar parece ser muy interesante, al menos para mi.
He tratado de volver a ir, pero ya pasadas las 3 de la mañana, ingenuo yo.
Espero la próxima ocasión.

This was one of our Halloween stop that fish and chips organized. It looked great inside. I’m going to have to swing by again.

sucha funky lil bar/​restaurant. great rec from a friend (a local to barcelona). mojitos are strong, but good! & only 5 euro~~~ really cant be beat. one of my favorite restaurants during my stay in barcelona

Lo que me encanta de Barcelona es que a pesar de haber vivido 3 años allí cada vez que vuelvo encuentro un lugar nuevo donde disfrutar de una bebida con mis amigos. Esta vez un establecimiento singularmente decorado y con unos cockteles bien divertidos. Una isla en el Ravel entre establecimientos de Kebak y comida éxotica.

Un sitio ganador: decoración entre lo onírico, lo íntimo, lo reciclado y las paredes de piedra; iluminación tenue, objetos extraños, muñecos sin brazos y pupitres, cuadros, fotos y una cocina al fondo donde se puede ver cómo preparan un estupendérrimos bocatas vegetales –también ha de carne– de los que te rechupeteas los dedos.
He probado un par de bocadillos deliciosos, uno con olivada, otro con queso y miel… maravillas del paladar y del gusto.
A veces suben el volumen de la música algo más de lo deseable y hace que la conversación con tus compañeros de mesa se torne algo difícil, aora bien, esto no le resta un ápice de genialidad a un coqueto restaurante con nombre de burdel.
Un diez, uno de los indispensables.

El Madame fue el primer bar que pise en el Raval. Me llevaron unos amigos que viven por allí y me encanto el sitio. Pequeño, acogedor, sin mucha luz, una mini cocina a vista de todos. Es un lugar que cuando lo pisas por primera vez es casi imposible no volver nunca más, porque el sitio atrapa. Los chicos suelen ser bastante majos, y tienen una comida que quita todos los males! Bocadillos y ensaladas algo más sofisticadas. Una gran opción para los vegetarianos que quieran alimentarse bien, hay variedad y calidad. A mi me gusta sentarme en la mesa que esta más cerca de la ventana de la cocina, me gusta ver como preparan los bocadillos y los platos con tanta paciencia y amor!

Es un lugar bonito, pero peculiar a la vez. A la entrada está la barra y una hilera de mesas pequeñas con asientos de cine antiguo. De esos que pueden plegar la parte inferior.
El público suele ser gente más bien alternativa, pero con onda. Del palo de que uno piensa: «seguro que este tipo está metido en un proyecto interesante».
Los camareros son bastante simpáticos. Pero no de risa fácil, sino más bien del tipo que aprecia comentarios inteligentes o creativos.
En la cocina destacan los platos vegetales.

Otro de los sitios encantadores de Barcelona en los que es difícil conseguir mesa porque es pequeñito y todos queremos comer allí. Pero cuando consigues una mesa, te deleitan con unas ensaladas enormes y completísimas, de ingredientes perfectamente combinados… Me encantan. Por lo demás es un lugar bastante bizarro pero glamuroso, por ejemplo, los pomos de la puertas de los baños (ojo, spoiler, si lo quieres descubrir por ti mismo no sigas leyendo) son una Barbie y un Ken tratados como si hubieran recibido la paliza de su vida, más bien de su muerte. Todo muy divertido.

Este bar con nombre de prostituta esta en mi Top 10 de la ciudad. Para mi es un sitio idílico, donde memorar tiempos pasados. Si algún día regentara un local, lo imagino como este, coqueto, refinado y acogedor. Su decoración me pierde, cada detalle me enloquece, mi rinconcito preferido: los paños de la puerta del baño.
El servicio es bastante peculiar, hay que buscar la sintonía, es lo que tienen los sitios bobo. Pero cuando pruebas un bocado de sus riquísimos bocatas, te sientes amado.
Uno de mis mejores recuerdos (que se puedan contar) es el descubrimiento de la banda Cat Power.
Perfecto para impresionar a vuestra próxima cita, aunque recomiendo como máximo un ménage à trois!

Este es uno de mis bares favoritos. Pequeñito pero muy acogedor, no tiene muchas mesas y siempre tiene una luz muy tenue. Entre tantos kebabs de la rambla puedes encontrarte esta maravilla frente al «gato de Botero». El nombre del bar es en honor a una famosa madame del barrio, así como el decorado del sitio, muy bohemio y característico. Además es un bar muy completo: Si no desayunas muy temprano este puede ser tu sitio, si quieres tomarte una copa en la tarde-​noche es perfecto para probar sus mojitos, y si lo que quieres es comer algo, no lo dudes, vete a probar sus bocadillos. Aparte de tener nombres de las calles del barrio son increíblemente buenos y muy creativos. Una recomendación: Queso feta, rúcula, nueces y miel. Además si eres vegetariano tienes cosas donde elegir además de sus fantásticas ensaladas y hamburguesas vegetales. Lo único malo es que los precios a veces no son muy baratos, aunque tampoco son abusivos… merece la pena. Por cierto, no hace comida para llevar y a horas punta no hay mucho sitio. Así que corre…

Ruta de bocatas por el Raval!
Para mí en su día el este sitio fue todo un hallazgo: Yo llevaba poco tiempo en la ciudad, y descubrir las rarezas de Barna siempre me ha hecho sentir más integrado. No lo busques por el nombre, porque la tipografía de su letrero es bastante indescifrable. Pero se encuentra con facilidad porque queda enfrente mismo del gato de Botero.
Es un local de ambiente bohemio, relajado y medio decadente, muy en la onda del ambiente de mestizaje que impera en el Raval. Los muebles y el resto de elementos que decoran el sombrío interior parecen rescatados de los escombros de Nueva Orlenas después del paso del Katrina.
Con todos estos encantos no haría ni siquiera falta que la comida estuviera buena. Pero lo está, y mucho. La especialidad de la casa: ensaladas y bocatas muy inspirados. Eso sí, un consejo: no vayas con prisas. Aunque no haya nadie más en el bar, es posible que tarden una eternidad en servirte. Pero no pasa nada. Puede muy bien ser un indicio de que hacen las cosas con mimo, porque se nota en el resultado. Aquí la espera siempre vale la pena.

Soy de las personas que cree en la importancia de los lugares. Creo que a veces pasan cosas mágicas porque estás en lugares mágicos. Y esto nos pasó a un amigo a mí en el Madame Yasmine. Bueno… Lo cierto es que no entramos siendo amigos sino simples conocidos y salimos siendo algo más… Y hasta ahí puedo leer.
El Madame Yasmin tiene las tres B y algo más. ¡Algo más! De ahí su éxito. Es un bar pequeñito, bohemio y decadente donde sirven grandes ensaladas y bocatas muy inspirados y creativos. A mi parecer… ¡Los mejores de Barcelona!
¿El único inconveniente? Que no pueden comer más de 4 personas en una mesa porque el local es muy pequeñito y los camareros son un poco reticentes a tocar la distribución de las mesas. Pero por todo lo demás… ¡Pura magia! ¡Puro duende! ¡Puro don! El Madame Yasmine es mi bar del Raval y, para acabar con una rima, diré que es más que eso: ¡Es mi bar especial!