Amelie

El Amelie tiene una de las mejores terrazas de la Plaza del Reloj, donde además da el sol durante prácticamente todo el día.
El servicio depende del día, unos días son amables y rápidos y otros no lo son tanto.
Ayer para desayunar me pedí un bikini y lo encontré muy bueno. Además venía cortado en 4 trozos cosa que agradecí ya que resulta más fácil comerlo.
Los precios son un poco elevados, como muchos otros locales de la plaza y de la zona, aunque nada desorbitado.
Sin duda, lo mejor es su terraza.

Amelie is sort of disappointing.
In Gràcia sometimes it can be hard to find a good restaurant that doesn’t just cater to tourists, and this restaurant does just that, it caters to tourism.
What does that mean? Well for one prices are higher than what they should be, don’t let them fool you into thinking they’re normal.
I’ve never felt like the service has been that great,
The food that I’ve gotten here has always been fine.
I don’t know, I wish I could be more positive, but the entire presentation is sort of, like I said, disappointing.

We came for some tapas, but we were very disappointed. The staff were very unfriendly and gave us the feeling we were annoying ordering there. They literally moved tables next to us while we were having dinner.
The shrimp/​octopus salad wasn’t nice at all and the «potato bomb» was dry and cold. We left disappointed because it was our last evening in Barcelona…

Accueil très sympa, le garçon se débrouille bien en français ! Terrasse ensoleillée ! Extra !
Du choix à la carte, petits prix, j’opte pour une paëlla ! Très bonne !
Et en dessert, un délicieux pain perdu !
N’hésitez pas !!

Le daré un tres estrellas de momento porque no pude disfrutar de todo lo que ofrecía (de momento, más adelante seguramente subiré la puntuación).
Después de pasear por las calles de Gracia llegamos a este establecimiento. Nuestra idea era terracita pero estaba a tope y le preguntamos si podíamos tomar algo dentro (eran las 11:30 de la noche y el local dentro estaba vacío por completo). De todas las mesas nos dijo que sólo podíamos sentarnos en la que estaba al lado de la barra, las otras estaban vetadas… no acabé de entender el porqué (estaban preparadas para cenas pero la hora ya indicaba que muchas cenas no iban a atender).
Nos sentamos, se estaba fresquito. Pedimos dos vinos blancos de la casa y una clara (total 8 euros). La parte positiva del local es que estuvimos prácticamente solos por lo que pudimos charlar tranquilamente hasta que de repente elevaron la música de golpe y tuvimos que empezar a hablar más fuerte.
Un punto positivo es que proyectan películas. Creo recordar que era el gran hotel Budapest.
Juegos de iluminación (de repente modificaron las luces para hacerlo más íntimo adornándolo con velas).
Un aroma me enamoró… estaban preparando mojitos (y es por ello que quiero volver a pasarme por allí para probar algún cóctel).
Punto positivo, nos dejaron estar hasta la hora del cierre solo con esa consumición (supongo que porque no les estorbábamos) el negativo… que me sentí poco cuidada ya que al momento de relacionarse con nosotros fueron bastante secos.

The staff was nice and polite. The menu has a broad variety of various and intersting dishes and the food was tasty and well worth the price. The only thing I did not like were the cartoon films which were shown via a beamer on a silver screen. This makes the place a little unromantic.

The fajitas and guacamole are absolutely fantastic! So are the chicken enchiladas! There is a seafood noodle dish that is to die for! All of the pizzas come on a thin, crunchy, delicious crust. They have a hamburger that must be seen to be believed. My wife and I were in town for 2 weeks and ate here pretty much every day and really enjoyed it. The staff is friendly, helpful and really adds to the experience. The location, in Vila de Gracia is beautiful and very lively. This is a must for anyone who wants a real taste of old Gracia.

La terraza no tiene precio, las cañas, desgraciadamente, sí. Aunque tampoco es que sea carísimo es quizás la opción más refinada de toda la Plaza Rius i Taulet ahora llamada Plaça de la Vila. La comida es irregular, algo puede ser buenísimo, por ejemplo, el jamón o el humus pero las bravas son fatales par ami gusto. O el surtido de quesos que es más bien flojillo, trozos enormes y el queso muy frío. Los camareros son simpáticos y ágiles aunque a veces algo agresivos con el tema que en horario de cena, sobretodo durante el fin de semana, hay que pedir comida y no se pueden tomar solo cervezas en la terraza. Eso creo que incomoda hasta a los camareros, pero parece que tampoco estan contentos si se los intenta despistar con una tapilla para cuatro. Yo creo que o ponen un cartel que diga «Sólo cenas» y luego tendran la terraza vacía o es mejor que dejen fluir, porque después de dos cañas voy a querer un plato de jamón, y luego otro, o una enchilada y seguro que consumo si no me ponen una pistola en el pecho y menos en un lugar tan relajado e informal como este.

Difícil encontrar una mesa, pero si lo consigues, merece la pena que disfrutes de una cervecita al solecito de la plaza, mientras los enanos no hacen más que jugar.
Me gusta disfrutar de sus desayunos con tostadas o bocadillito, del vermut con patatitas bravas, de un buen brunch con una torradeta o comer una de sus variadas ensaladas con fajitas o enchilada. Es decir, que encuentro la perfecta excusa para sentarme en una de sus sillas a cualquier hora. ;) Porque a media tarde aquí también sienta bien un cafetito. A veces tienes que tener paciencia con el servicio pero si estás en buena compañía y no tienes prisa, más tiempo para poneros al día, no?

En otro tiempo tenian un menu con ensaladas para todos los gustos. Y por eso lo visitaba.
Ahora mismo solo vale para las cervezas en la terraza mientras veo a los enanos haciendo locuras alrededor de la torre del reloj. La comida no me hace ninguna gracia.
Al menos en precios no se exceden.

Para ahora que llega el veranito esta terraza/​restaurante es perfecta. Esta en la plaza de «Rius y Taulet», la nueva «Vila de Gracia» y aunque siempre esta lleno y es difícil encontrar una mesa libre, los camareros suelen ser bastantes rápidos y simpatiquísimos. Lo mismo sirve para tomarte una cervecita o un cafelito de tarde con el solecito pegándote, que para comer o cenar. Su comida es muy básica pero ellos le dan ahí un toque original, hablo de tapas, de bocadillos, de ensaladas… hay un menú express de 7 euros que no esta nada mal.