Bitxarracu

Gran sorpresa!
Fui con ciertas dudas a este restaurante, ya que no lo conocía y pensé: «seguro que es de los que pagas mucho y comes poco».
Pero grata sorpresa la que me llevé al sentarme a la mesa. Un servicio excelente, y una comida exquisita! Escogimos la ‘fórmula’ por 25 €, y probamos un poco de todo, canelón de pollo de corral, bacalo, croquetas, ensalada, secreto ibérico con parmentier. y un tiramisú excelente! Ah, que no se me olvide el vino, una gran selección.
Lugar con encanto y trato muy amable.
Volveré sin duda!

Este joven y desenfadado local ubicado en el llamado «gayxample» tiene una fórmula propia. Y no me refiero a las dos «fórmulas» que ofrecen por un razonable precio de 15 y 20 €… si no ¡por el formato gastronómico adoptado!
En Bitxarracu el comensal se va a encontrar con una carta acotada, de unos 15 platillos, que encierra interesantes bocados. Platos comedidos en tamaño, o bien para darse un homenaje ó bien para compartir con la pareja. Mi visión:
— De sobresaliente la ración de butifarra «Cal Nen». Pura melosidad en boca.
— De notable alto el canelón de pollo de payés. Buena idea bien materializada.
— De notable las patatas «Bitxarracu» y las croquetas de carn d’olla. Pulcritud, punto de cocción clavado y nada de aceite flotando… También muy buenos los postres probados; la espuma de crema catalana y el surtido de quesos catalanes.
— De aprobado la coca de sardina. Buenos ingredientes aunque el pan no estaba a la altura…
He repasado estas elaboraciones, pero las que quedaron pendientes para una segunda ocasión prometen dar guerra!
Por céntrica ubicación, buena calidad de producto, acertada presentación de los platos, óptima relación calidad precio (ver tiquet) y amable trato con cliente, le auguro un futuro esperanzador. ¡Se lo merece!
¡OJO! El comedor no es enorme, así que recomiendo reservar previamente. Tienen al fondo una mesa circular para 6 – 7 pax. que se antoja como el rincón perfecto de tapeo gastronómico por la zona.

Delicia de sitio. Personal súper amable. Tapas gastro. Bien. Secreto de ibérico con pimientos, gambas a la plancha, curry de pollo thai, croquetas derretidas en la boca, canelón de pollo, cap i pots del mejor, quesos catalanes brutales, tiramisù correcto, todo por un módico precio.

Cena en este nuevo restaurante situaddo en plena Eixample a través de una recomendación de un colega el cual me dijo que el chef del Lluerna lo dirigía, no lo vi por ningún sitio.
Carta simplona con precios económicos, carta de vinos inexistente con referéncias comerciales como entrelobos.
Optamos por el menú número 2:
una ensalada de mozarella con dos esferas de mozarellas rollo bulliniano retro con 6 gajos de tomate cortados de mala manera, unas croquetas de ceps i foie buenas, un canelón de pollo, o lo mismo, dos canelones juntos calentados en microondas, un trozo d ebacalao escaso peró bueno, un trozo de cerdo, más bién de partes que no eran el lomo central un poco seco y de postre un tiramisú bueno y una espuma de coco, acavamos pagando poco la verdad peró pagar poco no es significado de calidad o bueno a veces, es mejor pagar un poco más y salir más satisfecho.
Un poco de música no le iría del todo mal al local por cierto, para salir del frío, servicio amable peró un poco despistado

Vine con un grupo y nos gustó mucho. Platos muy variados. El mejor la butifarra y la ensalada de tomate. El precio muy bueno

Hemos sido los primeros clientes de este restaurante, por pura casualidad, y nos ha encantado.
Es el primer hijo del Lluerna de Santa Coloma, pero en plan tapas y platillos, una calidad sideral a precios populares! Estaba todo buenísimo.
Hay dos menus, de 15 y 20 euros, con 4 o 5 platillos, postre y bebida. Son estupendos! Además bocatas, hamburgesas, croquetas caseras, y muchas cosas para picar. Nos ha gustado mucho, la verdad. El cocinero es Victor Quintanilla y eso ya dice mucho.
Que suerte y que honor haber sido sus primeros clientes! Espero que les vaya muy bien porque se lo merecen.