Correctísimo menú a 9,50 €. Muy variado, casero(hasta los postres) y de ración generosa. Se agolpan los trabajadores de la zona, conocedores del percal, que atiborran a diario sus mesas situadas en tres alturas diferentes. Hay una grande para compartir cerca de la entrada que mola mucho, pero la que más es la del altillo. Desde allí verás como se pasan las comandas y como bajan los platos desde la cocina. Servicio estupendo y simpático.