Can Déu

Muy bueno el potaje de judías y el entrecot con cebolla caramelizada estaba exquisito. El postre estaba también muy bueno. Fuimos un grupo de amigos y TODOS han quedado muy contentos con lo que han comido.

Mi caaasa! El centre cívic del barri de Les Corts per mi és el millor racó de tota la ciutat. Hi vaig tant com puc i sempre que tinc una estona.
La cafeteria un encant… una terrassa interior tranquila però els Divendres pleee a vessar de gent (a vegades no trobes taula) amb nens que van després de l’escola (si hi aneu amb nens cuidado que ja n’he vist més d’un que ha caigut de pet a la font del pati!) La millor hora? la del vermut els caps de setmana, hi toca un solet que dóna gust.
S’ha d’anar a la barra a demanar i t’ho portes tu mateix/​a a taula i pagues al moment, així després pots marxar sense haver de demanar el comte és la part positiva.
Disposen de menú entre setmana força bo i casolà a un preu raonable.
El centre cívic (com tots) disposa de tot tipus d’activitats a les que et pots apuntar (normalment per trimestres) tipo aprendre idiomes, de salut i benestar, tallers de fotografia, dansa, cuina, sortides culturals i activitats com tallers de dibuix i pintura (aquest és el meu!!!)
Per un preu d’uns 55 € per trimestre fan una classe d’una hora i mitja a la setmana on t’ensenyen iniciació en tècniques de dibuix. Aquest taller m’agrada molt perquè el professor et deixa total llibertat si vols anar al teu aire o al revés, si necessites que et guïi també ho fa, s’adapta a les necessitats de cada alumne. Pel que fa al material subministren els cavallets, el material exposat que dibuixaràs i taules i cadires però els estris per pintar i els materials els has de portar tu.
Ah! i si voleu anar-​hi de nit, cada Dijous música Jazz en directe.

Me cae lejos de casa, pero tengo una amiga que vive en el barrio y estuvimos en la terraza de este centro cívico ocupando un antiguo edifico modernista, que es una preciosidad. La terraza es un rinconcito de esos que explican porque vives en esta ciudad a pesar de todas las desventajas que hay. Un remanso de paz y de gente de barrio, sin turistas, sin prisas. Y no es solo eso, es que los precios son populares de los de antes. Vale que solo tengan Moritz, y que tengas que ir tu a la barra a por ello, pero vale mucho la pena, además de que así visitas el interior del edificio. Si vuelvo por Les Corts, creo que ya tengo sitio para descansar del ajetreo del centro.

Good counter service, great prices… grab your tray and order beer n sit on the adjoining patio… what a great afternoon

El millor pati de Les Corts!

Mmmm… ¿la mejor terraza de verano de Barcelona? Pues probablemente, pero no se lo digan a nadie y así es un gran recurso de unos happy few.
En pleno casco antiguo de Les Corts, el centro cívico Can Déu tiene muchas virtudes, muchos cursos, talleres y actividades para ofrecer, pero, para un servidor, nada como su bar: el interior, aunque pequeño, es una maravilla de interiorismo art déco, con un suelo que más de una vez he estado tentado de arrancar para llevármelo a casa. Y la terraza… ay, la terraza… amplia, alejadísima de zonas de tránsito de denso de vehículos motorizados, es un amplio jardín de la torre modernista que es el recinto en sí. Y lo mejor es que el gasto que uno hace no llena unas arcas privadas, sino que contribuyes a la mejora del equipamiento y sus actividades. Haces barrio.
La única pega es que no te sirven en las mesas, sino que debes ir al mostrador a coger las bebidas y a pagarlas. Pero vamos, pecata minuta comparado con todas las virtudes que atesora. Además, bien mirado, así ahuyenta a clientes demasiado finos.

A todos nos suena aquello de que «S’ha liat un cristu de cal Déu!» Pues bien. Esta expresión nace en este palacete modernista, hoy ocupado por un centro civíco municipal. Dice la historia urbana que aquí vivía los Deu, una familia aristócrata que se hizo construir este bonito edificio cuando les Corts era un pueblo lejano al que los pudientes iban a veranear. Y dice también la historia que los Deu eran especialistas en armar follones, fiestas y broncas cuando estaban de vacaciones. Así que los vecinos empezaron a utilizar esta expresión y esta ha llegado a nuestros días.
Hoy, el edificio alberga todo tipo de talleres prácticos, al modo de otros centros cívicos y tiene un bar muy asequible para la zona y con una estupenda terraza trasera donde pasar las tardes de verano, disfrutando al fresco de sus tapas y su cerveza. Si estáis por el barrio y no queréis que os atraquen con la nota, este es vuestro lugar.

En el Centre Cívic Can Deu hay una actividad frenética de cursos, exposiciones, conciertos, conferencias, talleres y actividades varias. Los hay, además, para todo tipo de públicos, a precios tremendamente atractivos, y en un entorno –una casa modernista– que no podría ser más agradable. El bar del local, que es lo que yo frecuento, se encuentra en la planta baja y se extiende por todo el patio de la finca, un recinto amplio donde que se congrega la juventud para tomar el aire y beber a un precio muy conveniente. Es un lugar perfecto para pasar las tardes cuando llega el buen tiempo, yo diría que el bar con más encanto y personalidad de cuantos hay en la plaza y alrededores.