Évaluation du lieu : 4 Roquefort-les-Pins, Alpes-Maritimes
un petit bar à tapas sympa un soir de match du Barça. de l’ambiance, du bon rioja, et de la bière locale. avec une rencontre improbable d’un espagnol qui connaît tous les départements et chefs lieux français. Simple, local(des habitués) et sans façon. l’Espagne comme on l’aime.
Gustavo C.
Évaluation du lieu : 4 Sorocaba, Brazil
Excellent bar. Friendly staff and, important, very good food!!! We were a group of 6 and tried different dishes. The shrimp with garlic and oil and the octopus were excellent.
Marta A.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
Es el bar más nuevo de la plaza Concordia. Una de las plazas con más encanto de la ciudad, ya que forma parte del casco antiguo del antiguo pueblo que fue en su día el barrio de Les Corts. El interior es bastante pequeño y no dispone de muchas mesas, pero se aprovecha al máximo con un sofá corrido en toda la longitud de la pared derecha del local. Como comentan en reseñas anteriores, el estilo es más bien«curioso»: el sofá está acolchado en color rojo, las mesas son blancas, las sillas negras… unos vinilos de unas caras de perfil enfrentadas en color negro presiden el sofá de color rojo y le da un toque rocambolesco al espacio. También tienen una mesa alta de bar para cuatro a la parte izquierda del acceso con unos taburetes altos como si estuvieras en un bar de copas y una mesa con dos sillones que quedan justo delante del escaparate. Y es que tiene esta variedad de mobiliario porque dispone de un horario muy variado: abren pronto por la mañana pero los fines de semana, se transforma también en un lounge bar, cambiando la iluminación y la música del local. En la entrada tienen una mesita alta con un taburete y un cenicero, un detalle para los fumadores que no hayan conseguido mesa dentro. También tienen una pizarrita con una lista de la variedad de cervezas que disponen. Tengo que mencionar un inconveniente que pienso que es muy importante destacar y es que el local no es accesible. En la puerta de acceso, quieren compensar el desnivel respecto la calle con una rampa de sólo 15−20cm de longitud(no exagero!) con una pendiente de al menos un 75%. Pienso que se debería arreglar con urgencia. Aconsejo no sentarse en la mesa de la derecha del acceso porque la puerta es de cristal abatible y no sé que pasa pero no está bien aislado porque entra el aire frío y no se está cómodo. Si vas, siéntate donde quieras menos en esta mesa! Hacen tapas de todo tipo: las bravas y los nachos con guacamole están muy buenos. Si pides aceitunas para picar, son a granel(no de bote) y también están muy buenas. Aunque no es muy económico(cocacola de botella pequeña o nestea: 2’25 €) un poco abusivo; siempre volvemos porque los chicos que atienden son muy amables y los mojitos y cócteles también están bastante bien. Mencionar también que disponen de wi-fi pero tienes que pedirles la contraseña.
Borja M.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Situado en plena plaza Concordia, Rabbar es un pequeño local que se complementa con terraza exterior predominada por un ambiente joven. Ofrecen menú mediodía y una gran variedad de tapas frías y calientes. Es perfecto para disfrutarlo con pareja o amigos mientras te ofrecen gran variedad de ginebras y cervezas extranjeras. Cuando ya no sirven más cenas, Rabbar cambia el ambiente jugando con la intensidad de luz y el volumen de la música para que puedas disfrutar tranquilamente de tu copa preferida. La comida es excelente pero sobretodo el servicio es atento y rápido.
Álex R.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
El local es pequeño como una habitación, lo cual le da un cierto aire de intimidad al espacio, como si todas las mesas fueran del mismo equipo, o hubiese algo que tuvieran en común. Para disfrutar del Rabbar es imprescindible colocarse mirando hacia el exterior, a través del cristal que da a la plaza de la Concordia, donde por las tardes los niños juegan a pelota, los ancianos comentan la jugada en los bancos, y los perros deambulan de aquí para allá, tratando de llamar la atención de algún paseante distraído. La estampa de barrio es impagable y emotiva, y los aperitivos del domingo al mediodía, en la terraza, muy recomendables. Esta postal muy de los años cincuenta contrasta con la decoración del interior del local, atrevida y un poco ordinaria, un totum revolutum de estilos que no tienen nada que ver los unos con los otros. Y es que en el Rabbar nada casa con nada, y cada elemento decorativo va a su aire, anárquico, sin tener en cuenta a los demás, sin pensar en el conjunto. La mezcla del garage, con el kitsch à la Rocky Horror Picture Show, con unas baldosas de cuarto de baño enmarcando el gran ventanal que da al exterior, con unas cortinas rojas afelpadas propias de un palacio de los Wittelsbach y una especie de tattoos exóticos dibujados en las paredes, le dan al local un aire ciertamente peculiar y casi de género fantástico futurista. Hay dos formas de enfrentarse a este refrito, sufriendo un sincope, o bien admirando las agallas, la valentía y la personalidad de quien ha parido la idea y concluyendo que a fin de cuentas nos encontramos en un lugar original que por lo menos interpela al cliente y le obliga a no quedarse indiferente. Por la estética uno no diría que se vaya a comer especialmente bien, aunque conviene probar las tapas, pues todas ellas tienen su encanto.