Casa Arana

En Casa Arana te reciben con una sonrisa y el mejor pincho de posible: tortilla de patatas. A lo mejor soy yo, de gustos sencillos, pero anoche estuve allí después de trabajar y por dios, qué descubrimiento. Para amenizar la cerveza, una Alhambra a un precio racionable (no como en cierto tugurio de la calle Joaquin Costa), decidimos probar las patatas bravas del lugar. Igualmente excepcionales. La verdad es que me gustaría volver lo antes posible, con más tiempo y menos cansancio. El ambiente del lugar era muy bueno, como una casa antigua por dentro, taburetes altos y mesas pequeñas, según lo que te apetezca. Y además intuí una interesante carta de vinos y cervezas por la cual siento mucha curiosidad ahora mismo.