Chez Cocó

Entrar por Chez Cocó es saber qué vas a comer: Coquelets (pequeños pollos). –Salir de allí sin probarlos sería pecado–
Son la especialidad de la casa y es en torno a lo que gira la carta –en el fondo Chez Coco es una «Rostisserie” —. Diferentes tipos de marinación, diferentes acompañamientos… pero la materia prima es la misma.
Me gustan mucho los restaurantes que deciden apostar por un producto /​plato y hacer del mismo toda la experiencia. Y en este caso han acertado.
Si además le añadimos un servicio muy atento y un marco cuidado al máximo la experiencia es excelente.
Recomiendo: Cuando tu cuerpo te pida un pollo a l’ast ;)

Lo de los coquelets, pollos pequeños, es algo espectacular. La vajilla y la presentación es genial. El local, invita a entrar desde la calle.
La atención muy buena, sobre todo si cenas en horario europeo.

Amazing place for dinner! I heard it was essentially a rotisserie place, and had no idea what to expect. The restaurant itself was very nice and the staff friendly.
We ordered a whole chicken and a bottle of wine. Once the chicken was ready, the waitress brings it to the table to show it to you, then takes in back to carve it. So don’t be concerned when they take your dinner away! It was absolutely delicious, practically melted in your mouth and came with fries too!
Great place if you’re a meat eater. Oh and don’t miss out on the sobresada!

I had a delightful lunch on the back patio at Chez Coco this past Friday. My friends who invited me come here quite frequently, and I let them do all the ordering.
We had 3 chickens — one with herbs, one with bbq, and I got the spicy one. The chickens were all cooked perfectly — they were so tender and each was seasoned very well. I did like my spicy chicken… I didn’t really want something spicy, but seeing as the Spanish palate isn’t as tempered as mine is for spicy, I knew this wouldn’t be anything close to what I’d consider hot/​picante. It was just right.
For the sides, we had the melted cheese «torta de trujillo (sp?)», potato purée, eggs with jamon, and spicy vegetables. Don’t bother with the spicy veg… I should have known better… it was basically a wilted salad with cayenne sprinkled atop. Of course, the thing I order was the bad thing. I always expect something like what I’d get in California, and it’s always supremely disappointing. I need to go in expecting what the Catalan know how to do well… and salads/​vegetables are not their forte.
The setting was lovely, and service was excellent. Lunch for 3 including 2 bottles of wine, 3 cañas, & one dessert came to about 160 euros. A bit of a splurge, but considering the quality — it was well worth it.

Fuimos a cenar en pareja y el restaurante en si está bien, con decoración de estilo francés, con servicio de guardarropa, bien. Sorprende que de entrada ya te encuentras los pollos dando vueltas, esperando que sean elegidos para algún comensal.
En cuanto a la comida… tengo varias críticas, excepto para el ingrediente principal, que estaba bien tierno, bien sabroso, con la salsa perfecta. Por lo contrario, los acompañamientos me eclipsaron un poco la cena: el puré de patatas era de textura tan suave gracias a la gran cantidad de mantequilla que debería llevar, ya que a mí solo me sabía a eso; los tomatitos de estilo provenzal, muy justos, eran unos cherries con orégano y queso sin más.
Otro detalle que me fijé fue que a unas mesas les trincharon el pollo, en cambio nosotros tuvimos que ir desmenuzándolo como pudimos y vigilando que alguna alita no saltara a la mesa vecina… Otra persona no le daría importancia, pero creo que pagamos lo mismo para el mismo servicio y eso se hubiera ganado la 4ª estrella Unilocal

Bueno, bueno, bueno… ¡Chez Cocó mola! La verdad que si alguien quiere impresionar en una cita, reunión familiar o comida de negocios, este establecimiento es una buena opción. El marco, aunque sea de cartón piedra, es delicioso; todo minuciosamente colocado, imitado, estudiado; buena faena de interiorismo la verdad.
Pero aunque el contexto sea apabullantemente sutil, uno no debe abrumarse. Al fin y al cabo es una «rostisserie» donde ofrecen suculentos cortes y piezas enteras y aves de menor calibre. No es que quiera menospreciar el género, que me encanta, pero las cosas son como son.
Primeros: la olivada potentona, ¡bien! y los buñuelos de bacalao, aunque no baratos, impecables, cremosos y de talla XXL. Los segundos: pollito gallego, uno por cabeza bien y varios complementos opcionales. El animalito estaba bien rustido: moreno en el exterior y jugoso por dentro. Se desmenuzaba perfectamente y no percibí extrema sequedad en la pechuga, que suele ser el punto negativo… Si fuese el caso… Cap problema! Los jugos vienen aparte en salseras «very nice».
Puré bastante fino. La cazuelita de champiñones con panceta tampoco estaba mal. Los cherris, muy justitos… Creo que una mesa de 4 – 6 personas con varios complementos donde picar puede dar mucho juego.
Los postres son cañeros. No son económicos (media 7 €), pero os recomiendo encarecidamente que les hagáis hueco. El flan de Idiazábal riquísimo y el pastelito de chocolate impecable.
En definitiva, si no se ha llevado las cinco estrellas no ha sido porque la velada no fuese fantástica… Todo rico, servicio bien, precio acorde a zona/​calidad. Creo que ha sido por pequeños detalles negativos, reconozco que son 100% manías personales pero que a mi modo de ver un local de este tipo no debería permitirse… Hay algunas mesas que están muy cerca de otras, luego… ¿dónde están los manteles? ¡Inexistentes! Por último, me despistó demasiado que nos atendieran tres camareros diferentes en el servicio de nuestra pequeña mesa de dos comensales…
No obstante, ¡volveremos!

Cute brasserie-​like place. Tall spacious rooms with some cosy compartments formed out of bench seats. Covered terrace with wickerwork furniture, very comfortable also for smokers. Small very delicious courses. Classic food prepared and presented in a modern way. I will come back.

El local es inigualable: techos interminables, decoración colonial francesa y cocina expuesta. La idea atractiva para ser una visita asidua. Para mí lo mejor es el roastbeef servido y acompañado como mandan los cánones. Helado casero de ron con pasas excepcional y flan de queso idiazabal magnífico. Resumiendo: a la altura del primer impacto visual.

fantastic food in a nostalgic atmosphere!
on my first visit to barcelona i enjoyed a fantastic lunch at the chez coco.
we choosed the salmon carpaccio as a starter and the whole grilled chicken with several side dishes. just by thinking about
mouth is watering!
also the wine card was fabulous. the service is really friendly but partly a bit too slow. enjoy your dessert (if you think you can handle it) in the beautiful patio and just relax.

Acabo de comer aquí y he salido encantado.
Creo que es de los mismos dueños que Casa Paloma
El local espectacular. Buena cubertería y vajilla. Algunas mesas (no todas) un tanto juntas pero el local tiene unos techos muy altos por lo que la cercanía no es agobiante.
Una carta bien equilibrada con entrantes ligeros (o no…) y platos principales que van desde unos pollos pequeños enteros (muy recomendables 16 €-17 €) hasta otros más típicos como carnes rojas o cabrito… Especial mención a los pollitos que vienen acompañados de patatas, ensalada, arroz o mazorca según el aderezo escogido…
Carta de vinos un tanto corta pero acertada. Te ofrece la posibilidad de pedir un vaso o una jarrita (½ botella) lo cual es de agradecer tanto en la cuenta como si has de conducir…
La repostería correcta (el pastel de queso muy bueno pero parecía más una galleta con queso que una tarta que era lo que esperaba…) y acompañada de vinos de postre los cuales son los grandes olvidados en la mayoría de las cartas.
No es una comida muy sofisticada o elaborada pero sana, en su punto y bien presentada. Ya me parece bien.
El servicio profesional. amable y eficiente.
El precio yo lo considero correcto en relación al sitio, comida y servicio 35 €-45 € o algo más si aprietas con los segundos y el vino…
Le doy cinco estrellas (quizás son los efectos del Somontano que todavía me acompaña…) pues no le he encontrado un «pero» razonable en relación a calidad — local — servicio — precio que ofrecen.