Dass

Subpar food with a condescending, rude, and inattentive waiter. Save your money and go elsewhere.

We ate here almost every day while staying across the street. The ham and cheese sandwich is amazing, and the owner is perfectly fluent in English, making ordering easy if your Spanish/​Catalan is rusty.

Todos hemos tenido alguna vez un bar predilecto, ni que fuera por unas semanas o unos días. Ese lugar donde te sientas en el mismo lugar de siempre y te pides lo que más te apetece, como siempre.
El restaurante-​cafetería Dass tiene como valor añadido, un barman la mar de simpático. Todavía no sé cómo se llama, pero creo que es hindú y tiene un catalán perfecto y un gran don de gentes.
Dicen que el desayuno es la comida más importante del día, para empezar con energía y «ganas de vivir», añadiría yo.
En el Dass, lo suyo es pedirse un buen bocadillo de jamón (que compran en el cercano Mercat de la Concepció) y un zumo de naranja natural. El bocadillo sobresale por todos lados del plato y el zumo está servido en un vaso de palmo y medio y con pajita… No perdamos el glamour, of course.
Si nos levantamos con hipoglucemia galopante, la opción dulce tampoco está mal. Un buen té con leche y un cruasán que sabe Dios de dónde lo sacan pero está más tierno que un capítulo de Bob Esponja.
También sirven comidas en un sencillo menú de cocina de mercado, pero son la mar de atentos si tienes algún problema con la sal, el gluten o cosas así. Vamos que si estáis delicaos de lo vuestro, sólo hay que avisarlo y ellos lo tienen en cuenta tan ricamente.