Zafra

Creo que voy a especializarme y crear una sección de «menús de mediodía», dada mi afición a buscar nuevas experiencias de este tipo. Zafra fue la última, ayer mismo, en la zona cercana al gimnasio dónde voy.
Leí la única crítica existente y parecía positiva, así que entramos. Un lugar bien decorado para Halloween, que la noche iba a traer, y un menú que tenía varios platos interesantes y con cierta originalidad.
Pedimos la crema de calabaza y una fajita de pollo con verduras que nos atrajeron, y nos atendieron bien y rápido. Un entrante mini-​aperitivo consistente en una patata con allioli montada en un panecillo (ver foto) abríà la comida, para seguir con la crema.
Ahora viene lo interesante: mis críticas tienen un peso específico en la comida, y una valoración periférica de lo que la rodea, pero el punto central y crítico es la comida.
Debo decir que la crema de calabaza no tuvo repercusión: no demasiado sabor, nada destacable ni digno de rememorar. La fajita un poco mejor, pero curiosamente teníà la misma sosez de sabores, no destacaba mucho, a pesar de que el menú en general parecía pretendidamente escogido y elaborado para salirse de lo habitual.
Una lástima, pues le puedo dar un aprobado justísimo 5/​10, sencillamente porque no había nada fuera de lugar. Pero lo cierto es que es un sitio que no destacó por absolutamente nada, y eso hace que sea difícil poder recomendarlo.
Hay otros lugares cercanos que fácilmente superan a Zafra, deberían poner más atención a la comida en sí, que cause algo más de impacto, y la nota mejorará fácilmente.

Fuimos a cenar 4 personas y los 4 compartimos la misma opinión: es un sitio encantador. Empecemos por el ambiente. El local es bastante grande y moderno, las luces tenues, la música inmejorable, todo junto muy lounge. Los camareros muy amables y rápidos. Ahora la comida: tres primeros compartidos correctos (ensalada con queso de cabra, humus y creps con pollo) y el segundo excelente (risotto con jamón, ceps y parmesano). Hace años que no comí un risotto como ese, cremoso, al dente, lleno de jamón y ceps, con buen parmesano laminado (precio correcto, unos 8 euros). De postre tarta Sacher y profiteroles, todo casero y bonísimo. Y para terminar, los cócteles, simplemente deliciosos. Te traen un vinilo con los cócteles escritos (los precios son entre 6 – 8 euros), queda muy original. Lo único que no me gustó son los baños, bastante dejados, con papeles amontonados en el suelo. Ah sí, tienen terraza (unas 5 mesas), muy agradable para estos días tan calurosos. Pues bien, repetimos seguro, y en breve.