La cambicha es un local pequeño y llamativo, con pequeños platos como empanadas, tartaletas, pizzas, dulces, todo pequeño y con esencia argentina eso sí, sus bebidas son tamaño estándar. Lo bueno, si pequeño, dos veces bueno y así fué mi experiencia, doblemente buena, ya que al ser un lugar pequeño, me hizo tener una experiencia más íntima entre tanto local de pincho reventado de gente, sin embargo, este local se llenó mientras estuve cenando pero aún así, se sentía acogedor. Decoración cuidada, sillas y butacas auténticas, pequeño lavabo. Servicio correcto y atento. La comida: genial, yo comí una tartaleta de mozzarella y cebolla, mi acompañante una pizza al gusto y pedimos unas bravas que no se porque, les puse una expectativa que se cumplió de sobras, buenísimas, caseras, con un toque picante y un aroma a chimichurri.