L’Òstia

Para puntuar este local necesitaría medias estrellas porque le pondría un tres y medio quizás. La verdad que la comida está buena pero el tamaño de las raciones respecto al precio lo vi demasiado pequeño.
El ambiente es muy agradable, con su terracita en una plaza tranquila de la Barceloneta, el servicio fue bastante cordial pero ya os digo, no comes mucho si no es que te rascas un poco el bolsillo.

Great ambience! Dynamic staff! We just stopped and sat at the bar to enjoy an amazing glass of sangria! We’ll be back for a meal next time! Gracias!!!

Family-​run tapas bar in the church square of the old fisherman’s district. Third-​generation chef Jaume runs the kitchen, and he faithfully serves his mother’s famous bomba recipe. We got those, grilled sardines, salad and tortilla (all good) while we waited for a table at Can Majo.

Sehr schöner Laden auf einer kleinen Plaza in Richtung Strand von Barceloneta. Abseits der nervenden Schlepper entlang der Hauptstraße, die versuchen einen in jedes Restaurant zu lotsen, findet man hier seine Ruhe. Innen durchaus rustikal eingerichtet versprüht dieses Restaurant seinen unverwechselbaren Charakter. Der Außenbereich auf der Place de la Barceloneta ist vor allem an warmen Abenden mein absoluter Favorit!
Braves, Sardinen, Bombas und Co. Alle Tapas, die man uns serviert hat waren sehr lecker! Und auch die Sangria war top!
Bedenkenlos zu empfehlen!

El pasado día 30 de mayo quedamos para comer, mi querida mujer, una buena amiga suya, su marido y quien suscribe estas líneas. Aprovechando el fabuloso día con el que amaneció Barcelona decidí reservar en una terraza en la Barceloneta. Después de valorar diversas opciones me decanté por el restaurante l´Òstia. Fruto de la improvisación de la operación mi decisión no pudo ser más desafortunada. Ese fin de semana en Barcelona, a la ya habitual avalancha de turistas, se juntó el concierto de los enormes Ac-​DC, el Primavera Sound y la final de la Copa del Rey, por lo que ya se puede imaginar apreciado lector que dadas las circunstancias ir a la Barceloneta no era una buena idea.
Bien, primero de todo hicimos un Martini Rosso con tónica en el parque de la Ciudatella. Aprovechando que habían montado conciertos gratuitos y que dicha marca de vermut tuvo la gentileza de amenizar con una barra en donde tomar algo fresco y unos snacks.
A las 14:30, con reserva hecha en la terraza nos presentamos con la ya habitual y siempre necesaria puntualidad británica. En ese momento, el barrio era un hervidero de gente, un bullicio tremendo. Después de una espera de cinco minutos nos acomodaron en la mesa.
Terraza muy recomendable tanto para comer como para cenar. Una muy buena terraza, las cosas como sean. Situada en una tranquila plaza. Claro que ese díà la tranquilidad se había ido de vacaciones. Del interior poco puedo hablar, sólo que está muy bien decorado y dispone de varios rincones interesantes, a destacar una especie de reservado para siete o nueve personas.
Lo primero, caña del doctor, y en esta ocasión más necesaria que nunca dado el nivel de ruido que había en la plaza. La caña no sólo nos hará observar la carta con detenimiento y paciencia sino que nos ayudará a ponernos al mismo nivel que el ambiente del alrededor. La cebada previa es fundamental para una adecuada y acertada elección de los platos.
Después de una interesante deliberación, que en esta ocasión casi tuvo que ser a gritos, la comida transcurrió por los siguientes derroteros:
1-​Ensalada con tomates raf, atún y cebolla. Correcta, buenos tomates, fresca, bien.
2– Mejillones al vapor. Pequeños, faltos de sabor, algo insípidos. Decepcionantes.
3-​Calamares a la Romana. Se suponía que era uno de los platos top del restaurante. Decepción mayúscula. Rebozado tosco y pesado, sin sabor. Muy malos. Tendrían que probar los calamares del Rufo y la Mari. Decepción de nuevo
4-​Ensalada de pulpo y alcachofas. Muy buena. Fresca y sabrosa. Nos gustó bastante. Alivio.
5-​Hamburguesa de cola de Buey. Muy buena. Carne de notable calidad y bien de cocción. Lástima el pan que la acompañaba y la pobre presentación.
6-​Tartar de atún sobre aguacate y huevas de salmón. Bueno. Sin ser de diez, estaba bastante bueno. Buena presentación. Quizá uno de los mejores platos de la comida.
7-​Albondigas con calamar. Correctas. No estaban mal, pero le faltaban algo de chispa, de sabor.
8-​Pescadito frito. Bien, correcto.
Ración de pan con tomate.
Lo bañamos con una botella de vino tinto Fincas Resalso Emilio Moro. Bodega de prestigio. Un vino muy bueno. Calidad precio excelente. Afortunadamente empieza a ser habitual verlo en las cartas de vino de los restaurantes de Barcelona.
Cuatro cafés. Copa de vino para un servidor para acompañar el café.
Precio cuatro personas: 100,20 Euros. Muy barato. Calidad precio, muy buena.
Todos los platos fueron traídos a la mesa de golpe. Sin esperas, sin pausas, sin ningún orden coherente. Me pareció bochornoso y lamentable. La mesa llena de comida cual banquete romano. Nos sirvieron como si estuviésemos hambrientos o en un rancho. Calamitoso. No pudimos disfrutar en absoluto, y no lo digo ya por el enorme jaleo que había en la plaza.
Dicho esto señoras y señores. No me veo en disposición de recomendar o no recomendar l´Òstia, creo, o quiero pensar, que nuestra nefasta experiencia fue fruto de un día excepcional, que se vieron desbordados por los acontecimientos. Por lo tanto, y a pesar de que ningún plato nos enamoró, si bien es cierto que en líneas generales no estuvo mal, le exhorto apreciado lector a que pruebe usted mismo y valore l´Òstia. Mi querida mujer y un servidor así lo haremos, volveremos otro día más tranquilo para poder tener una impresión más real del restaurante, no me gustaría cometer una injustica o hacer un juicio de valor incorrecto e impreciso por culpa de un día en el que realmente era muy difícil que las cosas saliesen bien. En los restaurantes trabajan humanos y no robots y como en todos los trabajos se pueden tener malos días.
Como la elección del restaurante fue cosa de quien suscribe estas líneas y a modo de compensación invité a todos los comensales a unas relajantes copas de gin-​tonic en la terraza de la Duquesa. Una buen Gin-​Mare nos hizo recuperar de nuevo la confianza en el ser humano.

The restaurant is located at a nice square and offers typical Spanish food of highest quality. The prices were reasonable, which is remarkable in such a touristy area of town. The service was excellent.

Some of the better tapas we had on our trip to Barcelona. The food was a little pricy and it wasn’t particularly amazing or impressive, but if you want a basic tapas this is for you. The service was good. Although it was a little touristy, it was better than a lot of other places in the area.

Me encanta estar en su terraza y comerme un sandwich l’Ostia (de jamon serrano y trufado!) con un vino diferente cada vez de la interesante carta que tienen.

Situado en la Barceloneta, este bar, que presume de sus tapas, merece una visita con calma. Si el día está bien, no lo dudes, pide una mesa en su terraza.
Una sugerencia: Los huevos con espárragos. Clásico revisado.
De postre: pide sus fresas con nata, no te arrepéntiras

My last dinner in BCN, a new friend I made while I was there took me to this little restaurant. It’s in a small courtyard, in front of an old church. One reason we’re eating here was because of the Sant Joan celebration that was scheduled to happen after dark at this plaza. Needless to say it was packed. Somehow (I’m sure having a local who could speak the language) we managed to get a prime table outside.
The menu offered a mix of tapas (or raciones). They have it in English (with funny sayings as menu subtitles). The waiter actually spoke English very well, but I let my friend did the ordering. I wanted to try the bombas (which is a bigger rounder version of a croquette) and it arrived covered in an aioli sauce and topped with a red pepper hot sauce. It was good, but nothing too extraordinary. However, the fried small fish (served in a paper cone) WAS the simpliest yet tastiest treat. It’s like popcorn, but of fish. It’s just crunchy enough, but not overly breaded or greasy. The fish was not at all fishy. The light salt made it a perfect snack, and it tasted good even after it got cold. The grilled shrimps (5 to an order for about 15 Euro) were DIVINE. PLEASE if you are not the type that suck the heads and all the juices, order something else. Because these shrimps didn’t get burnt to death in vein. The freshness was in every molecule of the shrimp goodness. They were on the undercooked side; it was done that way because nothing ruins seafood faster than overcooking them. The last dish was grilled octopus. After eating the shrimps, this dish was a little underwhelmed. It was fresh and good but it lacked seasoning. Between the 2 of us, and 2 glasses of cava, the bill came to 48 Euros… not too shabby.
Overall the atmosphere and the food quality and service were all great. And I know it’s not fair, but the Sant Joan Devil Dance performance literally escalated this dining experience into one of the most memorable moments in my life.

Las tapas y raciones son correctas pero se te queda la cara de tonto cuando por el rodaballo de 16,95 euros te dan un tapa, 60 gramos aproximadamente (no exagero). El parmentier que ni mas ni menos es pure de patatas con un huevo, servido en formato tapa a 10 euros. Salimos con la sensacion de engaño y sintiendo mucho que en la Barceloneta demos esta imagen de ladrones. Me voy de la barceloneta con muy mal sabor de boca

So while in Barcelona, I had a free day to roam around the area and look for something good to eat. When in doubt, ask the hotel. So I asked Carlos at the front desk of the Hotel Arts Barcelona, and I said I was looking for a good mid range tapas place in the area that only focused on food, décor was not that important to me. He said, «Oh I got a place that you will like and it’s where the locals eat.» (Also picture Carlos very enthusiastic, well spoken with a Spanish accent, if that paints a better picture) So I said Perfect! He called, made a reservation for me and gave me a hotel card that he wrote the address and phone number of the restaurant. Boy was that a great recommendation. It was also a short 15 minute walk, but that was great for the digestion afterwards because I was stuffed. I was also directed to two specific people at the restaurant, I think it was that they both spoke English and they would be able to take care of me and my uncle better.
Also, it was a major attraction that there is a 80 year old grandmother whizzing through the kitchen. She was making the pan con tomate and other items. Just watching her make the dishes was amazing in itself! She seemed so strong and vibrant and we had to take a picture with her. She was more than happy to get out of the kitchen and join us. She was fantastic.
The food:
Albondigas guisadas con Calamar– stewed meatballs with squid. I liked this dish, it was a very warm and hearty dish. The meatballs paired well with the squid, this and a nice crusty bread in the winter would be perfect.
Pescado Frito Con Paperina– fried anchovies. So when this dish dropped, I was kinda underwhelmed since it looked so basic. I was very wrong. The dish was so good, woulda been the perfect side to watching a movie. They really are a perfect, crunchy little bite of fish and the fish didn’t have a strong off putting fish taste either.
Stewed Oxtail Parmentier– This was a no forked needed tender piece of oxtail. It was like butt– ah! It was braised oxtail with a cream sauce. SO good!
Fried egg with potatoes, Iberian ham and Manchego Cheese– this dish is something very similar I had at Casa Mono in NYC. Casa Mono instead use mojama and truffle oil but everything else is the same. The fried runny egg makes a sauce for the ham, manchego and potatoes and pairs everything together perfectly. The saltiness of the ham and cheese, with the crunch of the potatoes and softness of the running egg was well matched.
Pan con Tomate– Bread with tomato, olive oil and salt. This is kinda a staple in the tapas world. It’s so basic and boring but it’s a must order. The crusty bread and the sweetness of the brushed tomato is excellent. It really is a must.
Assortment of pork– It’s pretty much a pork charcuterie and oh was it good. The ham was excellent as was the salami and chorizo. This with the Pan Con Tomate was awesome. Pork in Spain is the way to go.

We really enjoyed the tapas in this restaurant. The food was excellent and the service was pretty good too.

Dear Spain,
You are in luck! Axe P. traversed the seven seas, suffered mightily in his Coach seat only to land comfortably in the throes of Passionate Food Culture in your own Barcelona. Being that this is EFL, Spain may not be ready for Axe P., nor would it care, because it is unpretentious and wonderful, I have highlighted the following regarding L’Ostia:
1. Truffles, Farm Egg, Crème. Together, in one glorious incarnation. Gaudi himself would have prayed at the alter of L’Ostia’s chef– this bigger than amuse-​bouche-​perfect-​for-​sharing creation is inspired by France, but cleansed by the gorgeous wine pairing recommended for us by the most lovely Server– a lady with short blonde hair and the most lovely and delightful spirit you can imagine.
2. Anchovies. Sardines. My God. Let’s just stop eating, but why? Amaze-​balls.
3. Fresh Bread. Yes, garlicky tomatoes on top (Spain, get ahold of yourselves with that tomato bread).
4. GREAT wine list– good knowledge. Thoughtful pairings, thoughtful prices.
5. Croquettes– So everywhere you go– you can eat these. Try L’Ostia’s light-​as-​air version. The cod was fresh, you tasted the flakiness of the fish and enjoy the seasoning, but aren’t stuffing a breadball down your gullet.
6. Dessert. So I hate flan. HATE FLAN. My partner thinks Flan is the Second Coming of Christ. I think its the Apple of Discord that will ruin our partnership and bring on the cicadas, or whatever. Honestly– I licked the plate here. Custard like no other. I’m not sure they called it Flan, maybe that was why. Holy. Wow.
7. Do you really need a 7^th? Delicious bites– plates all to share. GREAT SERVICE. GREAT SERVICE GREAT SERVICE at all hours. We arrived «late” — after 10 each night (yes, we went twice) and received lovely and delightful service*. So this is an odd complaint in Europe, also– I am American, so you know we complain about this. But we are Americans who have spent a lot of time in Europe, and I would say that L’Ostia has a lovely restaurant where you can spend 1 hour or 3 licking your plate. Don’t complain while in Spain.
Blammo.
Grathias.
Axe P.

Restaurante excelente en la barceloneta, productos de muy buena calidad, canelon con beixamel de trufa, la verdad que esta exquisito, el jamón muy bueno y el parmentier con huevo y foie delicioso. Los problemas que le veo, si te toca una mesa cerca de la puerta cada vez que se habre te quedas helado si hace frio fuera, y otra cosa que le pasa es que el personal es tan profesional, y esto no lo digo con ironía, que cuando hay poco faena se distraen muchos y tienes que recordarles las cosas unas cuantas veces. Es un restaurante con el mismo concepto que el bar cañete para los que lo conozcais, y en este le pasa los mismo con los camaros. La verdad que si vais por la barceloneta os recomiendo esperimentar este sitio.

Tapas bar with high quality ingredients. Price it’s not cheap, but still worth going

60 € pour 2 bombas, 2 morue, 1 escabèche delicieux, 1 pescaíto frito, 2 desserts et une bouteille de vin blanc…
Ambiance sympa a la bobo et design mais aussi une touché locale du quartier.
Garçons amusants.

«L’Òstia», la forma más castiza de denominar al barrio marinero, presta su nombre a esta «taverna gastronòmica», como reza su subtítulo. Abierta por una familia arraigada a la península independiente de la Barceloneta, conocedora de los gustos de propios y extraños, nos ofrece un diverso abanico de tapas tradicionales, pero ejecutadas y presentadas de forma mucho más actual. Dividen la carta con «lo típic»: bravas, ensaladilla, calamares, bombas… y unos platillos más modernillos pero basados en los productos de mercado: bikini de tòfona, tortilla especial, revuelto con patatas y foie, parmentier…
Se han currado bastante el diseño y se nota. Hasta el extremo que las ilustraciones de la tarjeta (tenéis una foto) se repiten en diversos puntos del local (tiradores de cerveza, zona divisoria entre barra y cocina vista…). La terraza es también muy maja y se han dejado la sesera en su decoración.
El sitio va a ser un éxito seguro. Su ubicación tocando a la Església de Sant Miquel del Port, con esa sensación de cobijo pero a dos pasos del estresante Passeig Borbó es una garantía. Los platos que hemos probado están estupendos y se nota maestría y curro detrás (aunque no les perdono que bravas y bomba tengan la misma salsa), guiris y locales van a salir satisfechos, pese a que los precios no son precisamente baratos. Hay una buena selección de licores (especialmente ginebras) y la cerveza está aceptablemente bien tirada.
Me gusta, pero me quedaría con una combinación entre este sitio y su local vecino, Can Ganassa, mucho más de batalla (esas paellas fluorescentes rollo Fukushima dan miedo) y con fritanga cutre salchichera para estómagos de acero, pero más barato y canalla. Quizá con el tiempo adquiera ese plus que creo que le falta para entrar en el olimpo de los grandes del barrio. Por ahora, al menos tengo un sitio al ladito de casa para tomarme gintonics de lujazo en una terraza fetén.