Durante aproximadamente tres años de mi vida estuve desayunando casi a diario en esta cafetería. El motivo principal: han dado con la fórmula del Bikini Perfecto. Desde la primera vez que lo pedí, el bikini de Mikerinos se convertió en el estándar por el que juzgo los demás bikinis de la Tierra. El problema es que con el paso del tiempo ha resultado ser un referente muy frustrante, porque desde entonces no he logrado encontrar un bikini igual de bueno. Así que ya lo sabéis, fans del bikini! Por lo demás, es uno de los mejores sitios que conozco donde ir a pedirse un bocata. Los preparan con mimo y les salen muy ricos.