Fui a esta peluquería porque me la recomendaron por los peluqueros, el lugar y los productos. Todo esto es bueno pero el trato dejo mucho que desear. Claramente hay un trato diferencial para la clientela habitual. Fui con turno y habiendo avisado que era mi primera vez. Llegúe y fui prácticamente ignorada, nadie me preguntó mi nombre en todo el tiempo que estuve en la peluquería, no me ofrecieron ni agua, tuve que esperar bastante con el pelo mojado hasta que me corten y cuando me cortaron fue medio a la apuradas. Estaban muy ocupados esa tarde pero creo que la espera se hace más grata cuando no te ignoran. Sino, que directamente no den turnos. Por haber pagado 48 euros(lavado, tratamiento y corte) salí muy disconforme. El corte es normal, poco creativo y me lo podría haber hecho a la vuelta de mi casa en cualquier otra peluquería por la mitad del precio. Mala experiencia.
Sharon A.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Menudo regalo de cumple se curraron mis amigos :) Consistía en un tratamiento completo en esta peluquería de la que he de decir que me he enamorado, porque me sentí como en casa y porque los chicos que lo llevan son unos soles de primavera. Solo entrar percibes que es una peluquería de nivel, la decoración y el estilismo de los peluqueros hablan por si solos, y por descontado, el trato que te dan nada más llegar; a mi me hicieron sentir como en casa. Al pasarme a la silla me miraron bien el pelo y me dijeron que lo mejor era sanearlo, cortarlo y no ponerme color, aunque sí queratina. Me llevaron al «lavadero de cabezas» y me encantó la sala, con apenas luz(únicamente una especie de luz lila, como de néón, muy relajante). Me estiraron las piernas mientras el sillón me hacía masajes suaves pero muy gustosos por toda la espalda. A todo esto, el chico me estuvo explicando un montón de cositas interesantes sobre cuidados del cabello, y se notaba que entiende un rato. Muy pro. Después me sentaron en uno de sus cómodos sillones y vino otro de los chicos para aplicarme la queratina. Como tenía algo de trabajo, les pedí la clave de la wifi y saqué el portátil, y allí estuve unas horillas como en casa, con los cascos puestos, el ordenador y mis pintas. Para secar me vino un tercer chico también más majo que las pesetas. Fui la última cliente en acabar y uno de los peluqueros, también maquillador profesional, me preguntó si me dejaba maquillarme un poco, ¡qué detalle más bonito! Me puso bien mona y no me pude ir más contenta :) De aquí un mes tengo que volver para acabar el tratamiento de «hair spa», que me dijeron que será una sesión aún más agradable que la de ayer, así que ya estoy deseando ir. La peluquería no es barata, tampoco muy muy cara, pero en mi opinión más vale ahorrar un poco y sentirte bien asesorado y cuidado y recibir un buen servicio(en este caso muy correcto pero muy cercano a la vez). ¡Gracias amores por este súper regalo! ¡sois los mejores!