Évaluation du lieu : 5 Parc i Llacuna del Poblenou, Barcelona
Si vas un día laboral al mediodía como fue nuestro caso, el precio está muy bien considerando la calidad de la comida. Todo estaba delicioso, el trato muy bueno y el servicio rápido consideranto la cantidad de gente que tenían simultaneamente. Lo recomiendo para aquellos que aprecien que un plato esté servido con mucha gracia y no necesiten comidas muy complicadas pero si con sabores reales.
Giusep
Évaluation du lieu : 4 Paris
El Clandestino son de esos pequeños restaurantes familiares que sorprenden por su ambiente acogedor y por ofrecer una cocina de mercado de grán calidad en materia prima y en el proceso de elaboración. Una cocina moderna en el punto de la cocción y en la fusión de sus productos. Este restaurante empezó en los años 60 de la mano de l’avi Esteve, en una pequeña empresa textil de Barcelona que, a causa de la crisis en aquella época por causa de algunos de sus proveedores, se aventuró en probar suerte en el mundo de la restauración, donde abrió su primer restaurante en el barrio de La Marina, justamente donde hoy está ubicado la Torre Agbar. Este restaurante se llamaba Les Tres B’s(bueno, bonito y barato) y supuso la iniciación de la familia en el campo de la hostelería. Luego sus cuatro hijos vendieron el restaurante y abrieron dos: Cheff Quimet y Sarrià pero tampoco funcionaron por causa de la crisis del 92. Los hermanos se disolvieron y cada uno optó por el negocio de la hostelería independientemente. Uno de los nietos de l’avi Esteve, Albert Ortiz cursó estudios de hostelería y aprendió con maestros como Ferran Adrià, Joan Roca y Jean Luc Neichel, luego abre, hace justamente 25 años, el restaurante El Clandestino y hoy en día es uno de los lieus más queridos del barrio de Sarrià. Las recetas son las de toda la vida, platos como las galtes de porc ibèric de gla estofades, el hígado de pato con salteado de setas, la escudella y la carne de olla, el morro de bacalao a la llauna con mongetes del ganxet, el arroz cremoso de bacalao con ceps, la cola de buey ó los platos recuperados de la cocina de su abuelo como los sesos rebozados o las albóndigas con setas, entre otros muchos. Son platos que constan en la carta diária y que el buén comensal puede disfrutar. Tienen un menú de mediodía que cuesta aproximadamenre 15EUR que está muy cuidado en relación calidad-precio, por la noche es a la carta con una propuesta realmente interesante.
Raül R.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Para el domingo de Ramos, siempre se hace una reunión familiar en honor al santo y cumpleaños de una tía(algo largo de explicar ahora y aquí; invitadme a un vino en El Clandestino y os lo explico). Y desde hace unos años, se hace en este restaurante. El Clandestino es un nombre que le va bien, porque no es muy conocido y además, está medio escondido, sin que se vean bien ni sus ventanales ni entrada. Fui ayer mismo, que este año ha caído muy tarde. Éramos más de veinte, así que os podéis imaginar: algo de lentitud. Y eso que los entrantes ya estaban pedidos, que sólo teníamos que escoger el segundo… Son amables –aunque poco sonrientes por no decir secos, la verdad-, pero lentos, al… go…len…toss… Si los entrantes ya estaban cerrados, los tendrían que haber tenido ya listos para sacar. Eso sí, todo muy bueno. Lo clásico: escalivada, embutidos, ensaladas, espárragos a la brasa, pan con tomate, fideuà… De segundo, mucha gente –incluido yo mismo, para qué vamos a ocultarlo– se pidió lo que parecía que llenaría más: el entrecotte con salsa de roquefort(alguien se hizo el diferente pidiéndolo a la pimienta). ¡Delicioso! Aunque, para llenar-llenar, las costillitas: había muchísimas y también era muy ricas. Del precio, no os puedo hablar, porque como supondréis, no pago; pero creo que no es barato(si me preguntáis por el triángulo mágico –la relación calidad-precio-cantidad-, correcto). ¡Ah!, y los postres también eran importantes. Los habituales, pero bien. Yo, para acabar de hincharme, me pedí los profiteroles de toda la vida. Y un restaurante que hace buenos profiteroles, es un buen restaurante.
Andy B.
Évaluation du lieu : 5 Grenoble, France
Fantastic, but well hidden small Spanish restaurant, cooking traditional food with a modern twist; focused on excellent quality ingredients cooked by a skilled chef. I visited on the last night of a business trip with a small group — and we put ourselves in the hands of the chef to recommend a selection of starters, main-courses and deserts. The menu was only available in Spanish, but the chef was more than happy to explain it in detail, and to tell us about the ingredients. We started with the classic Jamón ibérico and a couple of dishes using the collection of fresh mushrooms he had on display in the window; then proceeded to the main courses. I had a fantastic pork dish, others had fish from the market baked or grilled, or filet steak — which by all accounts was excellent. Rather than choosing just one desert, the chef brought a selection — which we could all sample — and they were all excellent. With several bottles of wine, several starters, main, deserts, coffee and a digestif — the bill came to around 60 euro per head — which I think was very reasonable for the quality. Highly recommended!