Consorci del Parc de Collserola

Se trata del parque que rodea Barcelona… Yo le tengo especial cariño, pues estuve muchos años, desde bien pequeñita, montando a caballo y recorriendo sus senderos, caminos y bosques, semana tras semana. Los fines de semana podrás encontrar gente a pie, montando en bici, a caballo, haciendo footing… Nunca he visto motos de trial, ni quads… por lo que me pregunto si están prohibidos ese tipo de vehículos a motor. Es un parque agradable y relajante, muy verde, donde abundan los pinos y las zonas frondosas, y donde podrás encontrar también rincones para sentarte hacer un pic nic. Un plan genial es el que hice hace poco con una amiga, y fue el siguiente: coger los ferrocarriles catalanes y bajarse en la parada «Baixador de Vallvidrera». Desde allí hay una caminata de dos horitas a paso ligero hasta «Can Borrell», uno de los restaurantes más míticos de Collserola, donde tras el esfuerzo podrás sentarte a comer estupenda carne a la brasa en un ambiente auténtico. Eso sí, no te llenes hasta los topes que después toca volver a subir ;)

Lo llaman el pulmón de Barcelona y, a juzgar por el humo de contaminación que se veíà la última vez que estuve por el Parque, la ciudad necesitaría dos o tres más como este. El Parque Natural de Collserola es el monte que delimita la ciudad por el Oeste y en él se albergan un parque de atracciones, un cementerio laberíntico, una torre de telecomunicaciones y un observatorio astronómico.
De niños, todos hemos ido alguna vez con el cole en alguna salida con la clase de Naturales para conocer la flora y la fauna que nos queda más cercana. De jóvenes, algunos se habrán perdido con el coche en busca de un poco de intimidad o para contemplar como la cae la noche sobre la ciudad en compañía de unas cervecitas y algún que otro porrito. A cualquier edad, el Parque brinda la oportunidad de andar un rato entre árboles, en bici o a pie, y desconectar un poco de la urbe a un toque de metro. Los fines de semana, la popular Carretera de les Aigües se pone hasta los topes. Entre ciclistas, corredores, caminantes y familias enteras con cochecitos, eso parece las ramblas. Por eso no está mal aventurarse por alguno de los senderos que hay dentro del parque, mucho más tranquilos y perfectamente señalizados. En el centro de información del parque te indican como encontrar los caminos y hay una pequeña exposición multimedia que te explica el tipo de flora y fauna que cohabita con nosotros a este lado de la ciudad. Ideal para excursiones domingueras y salidas en familia.