El Palace

Excellent hotel！We really enjoyed our stay! The location is perfect and the staff is very friendly! Will stay here again next time!

Amazing hotel. I’ve traveled a lot and stayed at some amazing places and I can honestly say the staff here is second to none. The breakfast is delicious and the room service food is fantastic. Centrally located in Barcelona. This hotel offers top notch amenities. The spa was amazing and made my daughter and I feel like queens. So much charm the hotel itself is stunning and the rooms and beds are exceptional. I can’t sing the praises of this hotel enough. They have set the standard for what I will now look for in my future traveling accommodations.

Hoy me dejé caer por este hotel con encanto para desayunar.
La decoración es extraordinaria, parece el típico jardín de invierno, ventanales grandes, marcos negros, mucha planta, preciosas lámparas de pared … Es precioso.
El desayuno, considerémoslo, el típico buffet, que se dividiría en 3 secciones:
1. Embutidos + otros (jamón de bellota, pavo, jamón dulce, fuet, chorizo, butifarra catalana) variedad de queso, pinchos de tortilla, salmón ahumado, tomate y ensalada.
2. Alimentos calientes: alimentos como los huevos revueltos, salchichas, judías, patatas, champiñones, bacon, dim-​sun (todos ellos están calentados por Baño maría)
3. Cereales, fruta, yogur y dulces: vasos con ensalada de fruta, piezas de fruta, muesli, cereales, frutos secos, yogur, leche, pastas dulces.
Un ambiente muy muy muy acogedor, el personal de sala, muy amable, siempre con una sonrisa en el rostro y súper atentos.
Nos ofrecieron un par de platos (unas tostadas «muy muy brunch» que llevaba espinaca, bacon ahumado, huevo poché, y una salsa que ahora no se bien bien que era; una omelette, y una par de cafes machiato «bicolor» que sólo con servirlo consiguen sacar al cliente una sonrisa.

Fantastic hotel! Great reception and lobby area. Humongous lobby seating area too. Rooms modern and nicely equipped, great bathroom. Average (free) WiFi with annoying sign on. Buffet breakfast and premier restaurant. Highly recommended.

This was a great hotel for our stay in Barcelona. The location is fabulous — you’re just a quick walk away from so many restaurants, shops and sights. Recently renovated, the hotel itself is charming with modern conveniences. The suite we booked felt noticeably large compared with other hotel room sizes I’ve experienced elsewhere in Europe. Service and staff were excellent as well.

Bueno, Madrid tiene su Ritz… y… Barcelona… Barcelona… Lo tenía, hasta que tras un litigio con el grupo francés tuvo que cambiar de nombre. Ahora el antiguo Ritz se llama Palace y ha quedado en manos del grupo Husa (ese que lidera Joan Gaspar, que fuera presidente del FCB). Ha estado de obras durante meses y meses en el los barceloneses de pro nos hemos preguntado que cómo quedaría, si mantendría ese espíritu Ritz mitificado por la burguesía de la ciudad desde hace más de cien. Pues bien, sí, se ha mantenido. Elegante, entre barroco y austero, discreto… y, a pesar de la profusión de buenos hoteles por los alrededores, un lugar genial para conversar en petit comité.

Se llamará Husa Palace o como quieran, pero para los barceloneses, siempre será el Ritz.
Estuvo unos años cerrado por reformas, pero hará uno –más o menos– que volvió a abrir y ahí estaba… con la carita limpia, pero siendo el mismo de siempre.
El mismo hotel al que me envió un redactor jefe que tuve, para que entrevistara a Xavier Cugat que, textual, «nos quiere presentar a su nuevo descubrimiento». Y la perla en cuestión era una niñita morena, con la cabellera llena de rizos, que se llamaba Nina. No la Simone. No. La otra. La de OT.
El caso es que ésta fue la primera vez que estuve en el Ritz y me impresionó. Mejor dicho, me impresionaron los contrastes. La entrada era lujo puro. Desde el conserje con librea roja hasta las escalinatas que subían a las habitaciones… que no eran tan lujosas, la verdad. Recuerdo que la de Cugat tenía hasta unos pocos desconchones en la pared…
Años más tarde me volvieron a enviar allá, esta vez para entrevistar a un músico inglés (que encajaba a la perfección con el entorno) y ya parecía mejor cuidado todo.
Como decía antes, lo cerraron para reformarlo y cuando he vuelto, tras las obras, lo he visto mucho mejor y, sobre todo, mucho más adaptado a los tiempos que corren.
Según se entra, pasada la conserjería y antes de llegar al espectacular salón principal, hay dos salas. Una a cada lado. En una se celebró una rueda de prensa y he de decir que estaba perfectamente equipada, con la tecnología más puntera, bien sonorizada… excelente, la verdad.
En la otra, mucho más barroca y clásica, se celebró la comida que siguió al acto. ¿Qué decir de un restaurante que tiene una estrella Michelin? Pues eso… que estaba todo riquísimo!
No es, desde luego, un hotel en el que viviría, como hicieron Cugat o Salvador Dalí en su momento, pero he de reconocer que es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.
Un clásico a tener en cuenta.
Ah, bueno, y si queréis excusa para entrar, ir un domingo. En el Jardín ofrecen un Brunch al cava que por un poco más de 50 euros, permite degustar un buffet libre estupendamente elaborado por el chef del hotel. Caro si, pero extraordinario. Y con un detallito: si vas con niños menores de 5 años, tranquilo que ellos no pagan!