La Botiga

Worst Service Ever! Walked in for lunch and immediately felt like we were inconveniencing the server. Ordered some still and sparkling water while looking over the menu. Server brought still water and forgot the sparkling water. We reminded her of the need for sparkling water and when she brought the sparkling water she threw it on the table at us. We paid 4 Euros for the agua and walked out. No need to spend any more money at this hole. I would give it zero stars if possible!!!

We liked it very much. Recommend the barbecued octopus, which was excellent and like nothing we had had before. Salad and seafood paella was good as well.

La botiga está situada en la zona mayor concentración de oficinas de Barcelona (Diagonal alta). Cuando todos los restaurantes a 1 km a la redonda ofrecen menús del día (10 – 14 €) la botiga nada a contracorriente y debes pasar por su carta (o sus platos especiales del día, pero no en formato menú).
Si te esfuerzas podrás comer por 13 – 14 €, si eres de los que además les gusta pedir primer plato, segundo, postre y bebida, no bajarás de los 18 – 20 €.
Lo malo de todo ello es que la comida no vale el precio pagado, y acabas teniendo la inevitable sensación de arrependimiento cada vez que vas.
Recomendación: Escoger La Botiga a mediodía no me parece una opción inteligente, callejea un poco y te sorprenderás.

si quieres algo especial y diferente, NO vayas a La Botiga.
Concepto: Ofrecemos comida tradicional de la tierra en un contexto moderno.
De por si, todos los restaurantes en torno a La Diagonal, tienen una sombra de sospecha, pero La Botiga, es el mejor ejemplo de un restaurante impersonal.
Al ir en un grupo, tuve la ocasión de probar un amplio surtido de lo que ofrecen. Todo es de una calidad aceptable a un precio aceptable en un entorno amable. Si no vas fijandote demasiado en la comida te puede colar.
Es de los típicos restaurantes resultones perfecto para ir a hacer una comida de trabajo sencillita.
Platos:
Pedí pulpo con puré de patatas de plato principal. El puré era un espanto y el pulpo no llegaba al ok. Todo rociado con ajo laminado frito.
Los entrantes son aceptables. Las bravas tienen un aprobado. No pidais los saquitos de pasta rellenos.
Lo mejor, sin duda, es el precio asequible en un restaurante que tiene una estética limpia y agradable, aunque sin personalidad. No cuela el concepto de ¨ botiga¨ (tienda en catalán) por poner botes de cristal en las estanterias y que las cartas estén ornamentadas con marcas antiguas tipo vintage, mientras el resto del local es estilo VIP´s.

Tiene algunos detalles curiosos como las cartas que están hechas de anuncios vintage de productos básicos como «cola cao» o «freixenet». La comida está bien pero me parece demasiado caro para lo que es. El servicio sí me pareció bueno.
Si entramos en detalle a hablar de la comida diré que tan sólo probamos picoteo y entrantes así que no sé cómo estarán los platos fuertes. Lo único que me llamó un poco más la atención fue una especie de ensalada verde sobre una coca crujiente con gambas y un toque de tapenade que estaba muy rico (aunque las porciones eran pequeñas). El postre «Nocilla» me pareció espectacular. Pero eso sí, los huevos estrellados y las patatas bravas eran pasables. No los volvería a pedir.

The service is quite well as the food! I really enjoy it.

Comer rodeado de antiguos envases que te recuerdan a la infancia (para los de treintaytantos ;-). Ambiente moderno y cálido. Servicio excelente y una relación calidad precio difícil de igualar. Lo prefiero para el mediodía y por la noche mejor con amigos; para estar en pareja sobra un poco de luz y a veces, ruido de grupos. Lo mejor, los postres! Si amas lo dulce disfrutaras de un fin de fiesta que mezcla tus galletas y pastelitos de la infancia con nuevos elementos y mucha creatividad. En los días calidos, pide tu mesa en su genial terraza.

Restaurante de cocina mediterránea, local moderno con especialidades típicas de la cocina de mercado.
Buén servicio, rapidez, precios ajustados.

Platos minimalistas pero bastante gustosos. No ir con hambre!