Teatre Goya

Fui este domingo a ver la obra de «Truca un inspector». La obra, me la imaginaba mejor, no obstante voy a hablar del teatro, que es lo que nos interesa.
Cuando estás en el vestíbulo, ya puedes ver que el teatro ha sido reformado hace poco. Todavía huele a nuevo, a recién pintado.
Antes de entrar en el teatro puedes tomarte algo en un bar que han habilitado en la parte superior. A mi parecer algo claustrofóbico y oscuro, y siempre lleno de personas mayores que descansan en sus butacas antes de acudir a contemplar la obra.
El teatro es grande, rectifico, muy grande. Nosotros estábamos en la parte de arriba y se veía y escuchaba bien. El inconveniente fue que justo detrás teníamos unas mujeres mayores que se quejaban que no veían nada. Señora, ¡ponse las gafas! y no paraban de hablar en voz alta, no tenían nada de respeto por los espectadores ni por los actores.
Las sillas están bien puestas, pero para acceder a tu asiento puede ser algo laberíntico.

El Teatre Goya es sin duda una de las joyas arquitectónicas de Barcelona. Recorrido obligado de cualquier ruta turística por la ciudad, y también uno de los grandes eslabones vivientes de la historia del teatro catalán y español. Construido en 1914, pero no fue hasta 1916 que abrió sus puertas al público. Uno de sus hechos históricos más destacados, ocurrió la noche del 24 de junio de 1927, cuando Federico García Lorca estrenaba su Mariana Pineda con su actriz, Margarita Xirgú, y con los ya famosos decorados de un joven pintor catalán de nombre, Salvador Dalí. A partir de aquí han pasados los mejores actores y directores de nuestra escena por el mítico escenario del Teatro, todo uh homenaje a las artes escénicas, y un fragmento viviente de la historia.

Un teatro que ha sido re-​abierto gracias al empuje y al tesón de uno de los mejores actores que hadado Catalunya: Josep Maria Pou.
Es el encargado de dirgir y seleccionar las obras que programan y la verdad es que hay una cierta calidad en cada una de ellas. Mi favorita es Un Déu Salvatge, que más tarde se fue de gira.
El teatro por dentro es totalmente nuevo, muy elegante y con asientos bien distribuidos para que nadie de delante te pueda importunar con su altura. Se oye bien desde todos los puntos y el escenario queda relativamente cerca del patio de butacas.
Uno de los mejores teatros de BCN y a tiro de piedra del centro.