Velcro Bar

El Velcro es un invento que se compone de dos partes, una aterciopelada y otra que se le adhiere de forma que no sea fácil separarlas.
Este bar de Gracia funciona así. Tiene unos sofás aterciopelados tan cómodos que cuando tu culo se posa en ellos se le adhiere de forma que no sea fácil levantarse. ¡Suerte que los camareros te traen las copas!
Los combinados, sobretodo los gintonics que preparan están muy buenos. Se sirven en una copa de balón, con hielo picado, una rodaja de limón y una fresa.
El local es bastante estrecho, con lo que no es muy recomendable para grandes grupos. Aún así, cuando dan el fútbol se pone a tope.

Los cocktails del Velcro me recuerdan irremediablemente a Uma Thurman. Esbeltos, elegantes, sexys, atractivos, duros, exóticos. Únicamente aptos para paladares exigentes.
No sufras por no estar a la altura, es cuestión de acostumbrarse, educarse. Acércate hasta aquí, tranquilamente, entra, pide tu copa, espera pacientemente, observa el arte de prepararlos. Tómalo en la mano, pruébalo: clímax.
La realidad supera la ficción. No temas, repite. Estas en buenas manos.

Desde la primera vez que vi El Gran Leboswki me entraron unas ganas tremendas de tomarme un «ruso blanco» de ésos. ¿Vodka con leche? Sonaba indigesto a más no poder. Lo probé por primera en el Velcro, el día que me descubrieron este bar unos antiguos amigos a los que ya no quiero volver a ver. Desde entonces, lo pido siempre que me arriesgo a volver. Porque resulta que no sólo está bueno si no que además aquí hacen el mejor que he probado en Barcelona.
El problema con el Velcro, igual que con la mayoría de bares que tienen buena mano con los cócteles, es que es pequeño y se llena pronto de gente. Por eso sólo me quedo cuando consigo apalancarme en alguna de las butacas que hay en la entrada (en cuyo caso, ya no la suelto); o queda alguna mesa libre en el fondo del local, donde además suelen proyectar pelis sin ningún criterio discernible de calidad o relevancia.
Una noche redonda en Gràcia: concierto en el Heliogábal, cóctel en el Velcro y bailoteo en el Alfa. No falla.

En el Velcro Bar no puedes tener prisa. Es para espachurrarse en uno de sus sofás y beber tranquilamente en buena compañía. Hacen unos combinados perfectos y esto requiere su tiempo. Si eres educada con la camarera (es decir, no la presionas, no le metes prisas y no le miras mal…) es encantadora. Si tienes prisa, mejor no entres. Si no tienes paciencia, tampoco. Y si vas a criticarlo todo, mejor no salgas de casa. Los combinados naturales de frutas sin alcohol están riquísimos. También tienen buenos whiskys y cócteles para todos los paladares.

Kleine, gut ausgestattete Cocktailbar im Herzen Gràcias.
Normalerweise knallvoll. Barkeeper versteht sein Geschäft — gut dass ich nach dem Tanqueray-​Tonic nochmal was gegessen habe, sonst hätte ich nur noch mit der Hand an der Wand ins Bett gefunden.
Karte gibt’s nicht. Regal hinter der Theke ist nicht gerade überfüllt, aber gut sortiert (Gin: Tanqueray, Tanqueray Ten, Hendrick’s — und natürlich den üblichen Sprit… Bombay, Gordons)
Der Besitzer hat angeblich mal bei ‘Dry Martini’ als Barkeeper gearbeitet, bevor er sich hier selbständig gemacht hat. Eine gute Referenz!
FAZIT:
Come in and find out…