El Racó de Pedralbes

Il est grossier avec les clients: rien à voir avec les 3 jeunes femmes du matin et début d’après midi

Una panadería-​bar que vive a la sombra de la Farigola, y a la que, para qué engañarnos, nadie hace ni caso. Recuerda un poco a esas personas que aparecen en una fotografía y nadie recuerda que en el momento esa persona se encontrara allí. Pasa desapercibido, se pone en una esquina, y va haciendo, sirviendo de vez en cuando un refresco, un café con leche, y una pastita. Es como los alumnos que, al buscar el profesor un voluntario, agachan la cabeza y hacen ver que están escribiendo. No se exhibe, ni busca protagonismo. Por lo demás, hay que decir que el propio bar pone de su parte en lo que se refiere a su relativo aislamiento, y es que el espacio es bastante estrecho y claustrofóbico, el servicio de poca calidad, y los productos se encuentran en las antípodas de lo que es una delicatessen.