I don’t know why the other English review here doesn’t mention it. But this is a Fondue restaurant. It has a selection of starters, carpaccio’s, pâté’s, cheeses and fondue. Looks like an extremely nice restaurant, cozy and a bit hidden.
J S.
Évaluation du lieu : 5 Orinda, CA
I relish diving deep into El Born and into the gothic areas of Barcelona. Although I live many thousands of miles away, it’s one of my favorite cities in the world, in part for its amazing food, its hundreds of quaint and romantic grotto-like eating establishments, and its vibrant street life and street art. But I have to admit, the tapas, as delicious and varied as it can be, can get redundant and repetitive day after day. So this is why I was so pleasantly surprised when stepping into La Cua Curta on a recent visit to Barça. The ambiance and décor is wonderfully romantic and unique — sophisticated and quaintly understated at the same time. The menu is loaded with interesting options and combinations. And the service — provided by none other than the proprietor /menu designer — is top notch. But most importantly, the dishes we ordered were out of this world. We had two of the fish carpaccios(tuna and cod) and a wild rice dish. The presentation was incredible, and the quality, freshness, and flavor combinations were world class. The tuna carpaccio at this place tops my list of amazing foods I’ll remember and crave for years to come. So that was all well and good, and as we decided to wrap up and head out for some gelato, a small twinkle in the proprietor’s eye told us to have a look at the dessert menu. The only bad thing I’ll say about this place is that he didn’t just force us to order the chocolate fudge cake. But by happenstance we did, and I have to say it was one of those mind-blowing experiences that come all too infrequently when eating dessert at a random restaurant. I have no idea what the cake part was made of – nut flour of some sort perhaps. I’m pretty sure the chocolate sauce was among the best I’ve had, and I’ve tried many dozens of chocolates worldwide. So, if you find yourself looking for an incredibly surprising, delightful, refreshing, and delicious experience in the heart of Barcelona, you must check out this gem. You will not be disappointed.
Alvaro P.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Restaurante muy especial y muy oculto, lo que lo convierte en una joyita. La especialidad son las fondues de queso, en las que puedes elegir los quesos que quieres y te la preparan. Además tienen una amplia variedad de pan para mojar en la fondue y de postre fondue de chocolate! La ambientación es íntima, agradable, con velas y luces bajitas. ideal para parejas.
Eva R.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Uno de los mejores secretos que guarda la zona vieja de Barcelona. Y bien guardado porque es bastante difícil de encontrar este local, ideal para los amantes del queso y las fondues. Disfruté muchísimo de este restaurante, especializado en platos con todo tipo de quesos, desde ensaladas o carnes con salsas de queso, hasta diferentes tipos de fondue en las que podrás hacer tu propia mezcla de quesos. Las fondues son para dos personas y se sirven con tostadas de pan. Suelen costar unos 24 euros pero merecen muchísimo la pena. De postre, dulces caseros y además fondues de chocolate para acompañar con fruta. He visto personas que únicamente han venido a tomar su fondue de chocolate! Precio medio, pero buenísima calidad. Imprescindible para los amantes del queso. Pienso volver… y muchas veces más!
Francisco R.
Évaluation du lieu : 5 Madrid
Una de las cosas que más me gusta del Born es que te encuentras con sitios maravillosos de repente, a la vuelta de una esquina, tras pasar bajo un arco, o en un cruce de calles. La Cua Curta tiene un enorme portón rectangular, de madera y con dos vanos superiores enrejados como ventanucos de prisiones medievales. Ése fue el reclamo inicial para echarle un ojo al interior y finalmente decidirnos a entrar. El local es intimo, de luces tenues, velas y piedras desnudas en la pared. Servilletas de tela y carta en catalán para una enorme variedad de quesos, a manidas, pâtés, pastissos y vins. Todo de la comarca con alguna concesión, las menos, a productos foráneos. Techos altos, dos estancias, atención en catalá A mi me resultó curioso y divertido tener que esforzarme para entender qué era lo que me decían al tomar la comanda o al explicarme los detalles de cada plato pues lo hicieron en catalán a pesar de que nuestros inútiles esfuerzos por responder evidenciaban que no nos estábamos enterando perfectamente. La camarera no se movió ni un centímetro de su posición catalanohablante así que me dediqué a experimentar lo que uno experimenta cuando viaja a un país del que desconoce el idioma; escuchar y jugar a adivinar de qué va lo que hablan. La cena, con entrantes de queso, filet a la flama y algunos pastissos fue excelente, dignamente romántica y divertida.
Borja B.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Agradabilísimo restaurante de ambiente cálido y acogedor, con una decoración que podríamos tildar de rústico-refinada, tirando a afrancesada. La especialidad aquí son los quesos, de muchas variedades, las fondues y los patés, que son los ejes principales alrededor de los que se articula una carta no muy extensa pero con coherencia y muy trabajada. Los postres también son recomendables, entre ellos tenemos la opción, por supuesto, de la fondue de chocolate, aunque para ello habrá que guardarse apetito. Ideal para una cena tranquila en pareja, en un entorno cuidado, con cierta personalidad y encanto(para empezar eso ya lo cumple la calle en la que está situado), comiendo bien y sin dejarnos un ojo de la cara al final de la velada.
Marta M.
Évaluation du lieu : 5 Barcelona
Una fondue de queso. Un entrante de paté de campaña con ensalada romana. Un ribera del duero, crianza. Velas a media luz. Tablas de mármol. Sillas de madera. Pocas mesas entre paredes de piedra. Todo, escondido en un tranquilo rincón de la Ribera. Suena tan romántico y evocador que parece imposible, pero La Cua Curta existe. Vaya si existe. El lugar es ideal para una cena de pareja o con pequeño grupo de amigos, para conversar y saborear el ambiente y el buen gusto que los dueños del local aplican a todo lo que hacen. La Cua Curta es una de mis joyas en la ciudad, un pequeño tesoro al que sólo llevo a mi gente más querida.