Petit Comité

La tradición no está reñida con la innovación. Eso debería pensar Nando Jubany cuando pensó en abrir un restaurante en las cercanías de Paseo de Gracia que respetara la esencia de los sabores catalanes más tradicionales y, a la vez, incorporara ciertas técnicas de cocina moderna. El resultado es un restaurante que me parece una buena elección para mostrarle a cualquiera qué es la cocina catalana/​mediterránea, sin renunciar a la creatividad. Eso debió pensar Jeremy Irons, que comía en la mesa de al lado. Casualidades de la vida.
Es cierto que el lugar no es espectacular. En frente, sin ir más lejos, tiene el intimidante Boca Grande con una puesta en escena mucho más atractiva. SIn embargo, la apuesta de Nando Jovany no es por el escenario sino por el producto. Es de agradecer porque ultimamente en Barcelona están proliferando muchos restaurantes de cartón piedra. Bonitos por fuera y huecos por dentro.
Fue una cena realmente de platos de alta calidad, productos frescos y muy bien tratados. Pasando por alto las croquetas que no eran una maravilla ni mucho menos, el resto de platos pasaban el notable.
Los huevos a baja temperatura eran un gran ejemplo de cómo innovar con la tradición. Perfecta combinación de la textura del huevo con verduras crujientes hechas al punto exacto.
El atún a la brasa con verduras estaba realmente exquisito y, el arroz con gamba de palamós, presentado de una forma bastante vulgar la verdad; al dente, conservaba un sabor a mar realmente intenso, jugoso, hacía que no pudieras parar.
Si hay algo que está claro es que el producto es de primera y que es un buen lugar para simplemente degustar una buena cena, sin muchas pretensiones en cuanto al lugar, aun cumpliendo con una estética sobria.
También aun Jeremy Irons a parte, las mesas estaban pobladas por comensales de media edad que sabían donde venían y que, probablemente, ya hubieran estado allí antes.
Le doy 5 estrellas porque estos restaurantes suben el nivel de la oferta gastronómica de Barcelona. Conservan la esencia con una personalidad construida a base de platos de autor sin perder el respeto por los productos y, sobre todo, por el cliente, que se sienta en la mesa a pagar unos ⁶⁰⁄₇₀ euros y que recibe a cambio platos de calidad sin postureo.

Loved this Michelin starred restaurant. I’ve been to many and this was on par with the very best in the world. Reservations on the fork were surprisingly easy to make. Plenty of available reservations. By far my favorite meal in Barcelona so far. Food and wine was amazing and the multilingual staff were top notch.
My favorites included their «free» duck liver starter, the fried egg with pork belly appetizer and olive oil was amazing.
Everything was delicious but if I had to choose one complaint, the paella was a tad salty but still very good!

Un local muy bonito, lleno de gente de negocio o gente elegante. La comida deliciosa pero no tan espectacular como la había esperado. Conozco muchos restaurantes buenos sin etiquetas de chefs famosos o sombras de la estrella Michelín. Bueno, quizás esto quiere decir que el nivel de los restaurantes barceloneses es muy elevado.
Fui con mis compañeros de trabajo como comida de empresa. Entiendo que el menú estaba cerrado y que estaban muy ocupados, pero desde ni punto de vista, faltaba un poco de detalles. Por ejemplo, cuando trajeron el plato de carne y el de pescado, nos sirvieron poco hecho y nos preguntaron si queríamos que lo hicieran más. Algunos de nosotros dijimos que sí y se los llevaron unos platos para hacerlos de nuevo, por lo que me pareció muy raro. También uno de los postres que trajeron era trozos de piñas con nata, si no me equivoco. Éramos 7 y había 6 trozos. En general excepto los platos principales, tuvimos que cortar en pedazos por nuestra cuenta.
Pero bueno, yo creo que la gente disfrutaba de la comida y su estancia. Lo que escribo es mi opinión personal :)

5 stars for the kitchen, 3 stars for the staff.
Not sure how we ended up with 1.5 orders of the foie puff pastry dish, but it wasn’t something we wanted — even a single order was slightly too much for our adventure challenged table. The waiter mumbled something as he dropped it off, but we were charged for 1.5 portions of it on the check. Ridiculous.
Service was slow and abrupt.
But the food, as always, was excellent. Maybe the cannelloni was a bit heavy and the foie was a touch too sweet, but this was one of the better meals I’ve had in Barcelona.
Check your bill carefully and don’t worry too much about the bad service — not every country gets it right: P

El Petit Comitè es el hermano pequeño del restaurante de estrella Michelin Can Jubany que el chef Nando Jubany tiene en Gerona. Lo es porque abrió más tarde y porque tiene una oferta gaatronómica más asequible. Es un restaurante honesto, sencillo y cuidado.
Cocina mediterránea con un toque creativo de autor.
Comimos el menú degustación que lo cambian cada temporada aunque también hay carta. El menú de la primavera-​verano 2015 constaba de: gazpacho con una sardina dentro, pincho Gilda con bacalao, boquerón y encurtidos, tosta con foie y manzana ácida con vegetales, crujiente de panceta y fricandó con setas. De postre pan con chocolate. Por favor, que nadie imagine el pan con chocolate que merendamos en casa!
Lo mejor del menú fue el pincho Gilda. También está en la carta así que si podéis no os lo perdáis.
Todos los platos fueron una celebración a la sencillez y la autenticidad de los sabores. Todos los ingredientes sabían a lo que son. Pocos adornos, el sabor y la textura pintaban de elegancia cada bocado.
He tenido la suerte de poder ir a restaurante de grandes chefs actuales y siempre me pasa lo mismo. Allí descubro el verdadero sabor de los productos. Y en este caso pasó lo mismo. Es una cocina honesta y con pocos adornos (tampoco mucha originalidad) pero en fin, cocina mediterránea en estaso puro.
No quiero detenerme a describir el ambiente del local y la decoración porque el protagonismo se lo llevan los platos y lo demás queda en un segundo plano.
En los menús degustación no hay incluidas las bebidas casi nunca así que añadir eso al precio cerrado, que en este caso es de 50 €. La carta de vinos es bastante extensa pero me gustó porque hay vinos muy buenos a precios razonables (rango de 18 – 150 €) y se puede adaptar a todos los bolsillos.
Sin más rodeos, lo recomiendo totalmente.

Si piensas que para poder comer auténtica comida catalana tienes que irte a una masía perdida en alguna comarca estás equivocad@! Nandu Jubany nos ofrece en Petit Comité una excelente muestra de la cocina catalana en pleno centro de Barcelona.
La especialidad es la cocina catalana, con énfasis en los productos de temporada y de proximidad.
La ubicación es perfecta; el passatge de la Concepciò, el cual se está convirtiendo en un pasaje con mucho ambiente, lleno de restaurantes.
El local está muy bien ambientado. A pesar de ser un espacio pequeño (al menos en la sección que estábamos) en ningún momento sentimos sensación de «invasión» de otras mesas.
El servicio bastante bueno; atento y amable; discreto pero oportuno. A destacar positivamente que fuimos las últimas personas en salir del restaurant y en ningún momento nos presionaron por la hora. Como punto a mejorar, la recepción; nos recibieron y quedamos en la puerta esperando sin saber si pasar a la barra o seguir de pie en la puerta o qué dinámica seguir.
En cuanto a la carta, acertamos bastante en los platos que pedimos. El pulpo estaba muy bueno, muy tierno; el arroz con espardenyes estaba espectacular; el atún, fue el plato que menos me convenció ya que me pareció ligeramente seco y muy hecho. Las raciones muy generosas. No pedimos postre, sin embargo nos trajeron una pequeña selección muy buena, entre los que se encontraba una trufa deliciosa. La carta de vinos es grande, pero hay variedad y los precios son bastante variados, así que hay para todos los bolsillos.
No es un lugar barato, pero creo que la relación de calidad tanto de los productos como del servicio pueden justificar el precio.

This is a very good restaurant. It has a modern feel, while still maintaining a comfortable atmosphere. The wait staff was great. We sat near the kitchen, which was open and which I love doing. The kitchen staff calm and precise. We had a wonderful Muga. The bone marrow was good, but loses points because they only had a half serving left and supplemented it with oysters, which I found odd. The main course was pork and duck confit. The pork was fantastic but the duck was a bit too fatty for my taste. Nonetheless, I recommend this place for a comfortable and tasty meal.

What an excellent restaurant in Barcelona. My girlfriend said this was her favorite meal while we were in Barcelona (among many great restaurants!). I had the cuttlefish (best onions I’ve ever had in a dish) and she had monkfish.
Our egg, potato, and pancetta appetizer was some of the most impressively made and presented food I’ve ever had.
Would definitely dine here again.

This is a bigger restaurant than Gresca.
We walked in around 10 pm and were seated right away.
Food was good. We were given free bread and some free appetizers and deserts as well. But there was a large service charge per person which Cervescia Catalana did not charge.

There are so many wonderful tapas places in Barcelona that this is just one of them. This place though is a huge tourist attraction for some reason. Maybe they advertise on travel magazines or cater to tour groups but everybody there was a tourist and the staff was very well versed in different languages. After a Flamenco show we headed to this place for tapas. We ordered an assortment of tapas on the menu. My favorite potato croquette was on the menu. Reasonably priced and good prompt service.

Primera vez en el Petit Comité hace unos dias por recomandacion de un amigo avisandonos que el nuevo jefe de cocina es Nandu Jubany. TODO muy bueno !!! La decoración del local es muy sencilla peró tiene sus detalles que lo rende de alguna manera sofisticado. Nos acomodaron en unas mesas largo el pasillo de ladrillo pintado de blanco con espejos en la pared y lamparas estilo vintage de color Tiffany. Los platos blancos con ribeteados en color azul, carta con tapa de madera grabada. Nos sirven pan casero calientito envuelto en una toallita y a cada comensal un chorrito de aceite puro extravirgen de oliva muuuy bueno. Pedimos unos entrantes en plan tapeo para picar entre todos y me he fijado que tambien sirven medias raciones a la mitad de precio mas un 10%. Hombre, vale la pena cuando vas sola y te apetece probar mas que un plato ! Inolvidable: la coca con foie y frutos rojos, la esqueixada con tomate raf, la ensalada de habitas con jamon y el arroz del «señorito». Los guisantes del Maresme un pelín salados quizas. No pedimos postre ya que acabamos reventados … Pendiente para otra visita.

We went twice in the same week end last year.: once for dinner and once for brunch. Both were perfect. Perfect food and perfect service. Nice decoration. We’ll go back!

I’m probably rounding up a little bit, but this place is definitely good. Lovely modern décor, helpful staff (who speak English, so no worries if you don’t know Spanish or Catalan), and well prepared food. My boyfriend and I were looking for a nice place with authentic Catalonian dishes, and a certain online «Best Of» list sent us in this direction. We were not disappointed.
We started with tomato soup, which turned out to be a very fresh, gourmet version of gazpacho (which is probably an acquired taste for most). Then my bf had the «Catalan style» cannelloni, while I had the meatballs and with cuttlefish (which is like a cross between firm tofu and squid, in terms of taste and texture). My dish was quite good, but the cannelloni was excellent. Then for dessert, we splurged* and got 2: strawberries and cream, plus crème catalan. The crème catalan was like crème brûlée, but almost foamy — really, really delicious and light.
Overall, yes, it was an expensive meal (about 100 euro, when you include my water, my bf’s wine, and his experimental glass of grappa) but we made our reservation via
(or
, I think is its English version) so we got 30% off, which made a nice dent.

A lovely room, fashionable clientele and a friendly staff but the food is just not interesting. It’s overpriced and underseasoned. Not worth the money or the effort to get in.

Pásate por el Petit Comité para degustar el homenaje de este restaurante a la cocina tradicional catalana. Ya no hace falta ir hasta el pueblo para disfrutar del recetario popular, de esos productos nacidos de la tierra, como muestra el original logo del restaurante
Es un local donde recrean los platos que forman parte del corpus de la cocina catalana. Intentan recuperar los platos olvidaeos de nuestra cultura con un estilo propio como «escudella amb carn d’olla» o «fideus a la cassola»! Y es que todas y cada una de las propuestas de la carta .
Tienen un pequeño jardín central de estilo japonés. Es una delicia y aún lo será más en verano. Ya tengo ganas de repetir i tomarme mis fideos a la cazuela mientras me tocan los rayos de sol.